31 enero, 2011

Un finde de fotos, fotos, fotos!

Un inicio de jornada con un dolor en cada uno de mis huesitos por las largas caminatas del fin de semana.

Dios me guardó en cada lugar que fui un derroche de imágenes hermosas, obras suyas para deleite de sus hij@s.

Gracias a Johnny Lee y Rafael Sangiovanni quienes fueron mis cómplices en la aventura del sábado en Salinas y Las Dunas en Baní y a mis estimados amig@s Cristina Thomén y Juan Guzmán por hacer de la ciudad corazón, Santiago de los Caballeros un punto de encuentro tan especial como lo ha sido siempre.

En este enlace puede ir viendo las fotos que iré adicionando de cada uno de mis safaris fotográficos y mis ocurrencias o inventos.

Feliz Semana para todos!
Bendiciones!

25 enero, 2011

Hacer el bien sin mirar a quien.


Desde hace meses conservo un recordatorio de la muerte de la abuela de una ex compañera de trabajo a quien a pesar del poco tiempo que duró en la empresa, llegué a tomarle un gran aprecio porque desde el momento que la traté, me conquistó su mirada franca y su trato amable, apacible y sincero.

Después del fallecimiento de su ser amado, sí, amado y no querido como solemos decir porque en el caso de mi amiga, su abuela era todo para ella. Habían tenido una relación tan estrecha y de tanta unión que ambas se sentían una, complemento de la otra. Ella era una nieta consentida y su abuela por tenerla, se sentía sumamente privilegiada.

Cuando vino a solicitarme un servicio a mi escritorio, pude notar sus ojos llorosos y la profunda tristeza que trataba de ocultar en su rostro. Se esforzaba en ser fuerte por ética propia de su trabajo, pero su ropa de luto y el pálido semblante no les eran cómplices en su fallido intento. No supe de la tragedia hasta ese momento que volvimos a vernos cuando llegó hasta donde mi y me contó lo sucedido.

Me impresionó mucho la historia que me narró de la última experiencia de vida que tuvo con su abuela aun estando en el hospital donde finalmente murió. Por los hechos sucedidos casi sobrenaturales, supe que más que una relación familiar, ellas eran una para la otra y que la separación física de ambas sería una herida muy dolorosa para mi compañera.

Sacó de su bolso el recordatorio para regalármelo y para que conociera la mujer que tanto amaba y por quien en ese instante lloraba su partida. Desde ese día, coloqué el pequeño recuerdo de cartón en mi escritorio (cosa que no suelo hacer porque me entristecen mucho) En este caso, quise ponerlo justo en frente de mi dirección visual para tener siempre presente el sentimiento de mi amiga y la famosa Oración de Paz, (creo que de San Fco. de Asís) que en una de las caras se ilustra.

Casi todos los días con solo leer el título, mi mente repite la oración que ya con menos titubeos he memorizado. Esto hace que aun sumergida en el trabajo, haga varias pausas en la jornada para estar en comunión con Dios y agradecer las infinitas bendiciones que tengo gracias a El.

En mi diario vivir no suelo recibir muchas llamadas, porque aunque conozca mucha gente, no todos son amigos-amigos. Los amigos-amigos no necesariamente llaman todos los días (aunque los hay que sí), los amigos-amigos nos demuestran que son amigos de verdad-verdad entre otras cosas, porque saben en qué momento llamar o cuando llegar. Son virtuosos porque como por arte de magia aparecen justamente cuando somos nosotros los que más necesitamos de ellos y no viceversa.

Hago esta referencia porque las conclusiones a las que he llegado sobre algunas llamadas, solicitudes o mensajes recibidos recientemente, no fueron si no por conveniencia de la parte emisora. Una vez saciada el hambre, ya no hay mas nada que preguntar, y adiós.

Espontáneamente, mi condición de barro me hace pensar en lo más fácil, en que “solo llamó, me escribió o me buscó exclusivamente por SU necesidad”, y termina todo con cierto aire de decepción cargándole al mundo el deterioro y los atropellos del estilo de vida que estamos llevando y que a veces pareciera inundarnos en un fango movedizo donde al intentar salirnos nos hundimos cada vez más.

Antes de que mi pensamiento acunara profundos resentimientos, miré hacía el recordatorio del obituario de la abuela de mi amiga, y allí una vez más, encontré la mejor respuesta a mi breve desencanto. La Oración de la Paz que se inicia diciendo:

“Señor, haz de mí un instrumento de…paz y continúa…de amor, perdón, armonía, verdad, fe, esperanza, luz y alegría.”, invocando que sea YO la pieza escogida por El para deshacer la injuria, la discordia, el error, la duda, el desaliento, la sombra y la tristeza.

Continúa la plegaria pidiendo: “Que no busque ser comprendido, consolado y amado.”, sino que me conceda la gracias de ser YO la que comprende, la que consuele y la que ame sin esperar recibir.

Y concluye en total convicción de que...“Dando es como recibimos; perdonando es como El (Dios) nos perdonas; y muriendo, por El (Dios), es como nacemos a la vida eterna.”

Después de reflexionar en esta oración, nuevamente me di cuenta que Dios utiliza muchas formas para ver si hacemos lo que sustenta esta oración, si sólo la leemos o si realmente estamos pidiendo con el corazón. Reitero que este fue el mejor bálsamo para m breve “disgusto” con algunos conocidos, pero ahora lo veo como un privilegio el que vengan a mí buscando respuesta de algo, no importa de qué tipo.

Que dicha es que cualquier persona nos vea y nos crea ayudadores dispuestos. No quiere esto decir que nunca me he negado a favorecer a alguien, ya sea porque lo requerido no está a mi alcance o por simplemente no acceder a tal petición, pero siento que cada vez que he derrochado esa oportunidad de ayudar he despreciado como una “caricia” de Dios, y también he acabado decepcionando al que ha buscado de mi.

Mi propósito, deseo y hasta por qué no? mi nueva resolución para este año será tratar de cumplir la enseñanza que Dios manda a través de la oración de paz y honrarlo mediante el SERVICIO, sin tomar en consideración cuando se trate de un amigo-amigo o de sólo un “conocido” de quien no me negaré a mi misma la oportunidad de que algún día se vuelva amigo-amigo y que por el momento sólo se acerque por conveniencia o por una necesidad propia.

SERVIR en las necesidades de los demás con entusiasmo y amor, sin distinción. Sin esperar ser favorecida ni siquiera con un simple “Gracias”.


21 enero, 2011

A una de mis mejores obras...

Hoy celebro la vida del primer ser en esta tierra que le dio alas a mis sueños, sentido a mi vida y quien es un instrumento en la obra del Señor para motivar que mis fuerzas, mis ganas de amar y existir sean cada vez mayores.

MUCHAS gracias por el privilegio que siento de haberte acunado en mis brazos, por recibir con humildad y entendimiento lo poco o lo mucho que he podido darte, por aprobar con el bellísimo ejemplo de tu manera de ser, mi papel como Madre.

Hoy, en tus 18 años, te abres paso ante el mundo como un mensajero de paz. Eres una obra perfecta del Creador y has sido escogido por El para reconocerlo y honrarlo.

TODOS, en TODAS las casas donde afortunadamente tienes una FAMILIA, nos sentimos muy orgullosos y valiosos por tenerte.

FELIZ CUMPLEAÑOS, HIJO AMADO!

Te amo, Daniel!


Fotos de la pequeña reunión que tuvimos en casa.




18 enero, 2011

Volver al pasado...

Tenía a penas unos 3 o 4 años de edad cuando mi mamá junto con unos amigos nuestros de allá, en nuestro pueblito natal en Moca, me llevaron al Santo Cerro en La Vega. A una bellísima e imponente iglesia dedicada a la Virgen de Las Mercedes, patrona del pueblo dominicano.

Pasó mucho tiempo para que la imagen de aquella experiencia vivida regresara a mi memoria, parecía que mientras mas me alejaba de aquella edad, me era mas fácil recordarlo todo poco a poco.

Los recuerdos de mi visita a ese templo se hacían cada vez más frescos y persistentes a pesar de esto haber ocurrido algunos años atrás. Primero, trataba de descubrir cual era aquella iglesia donde vi aquellas bellísimas imágenes de angelitos en el cielo, lo cual me fascinó. Creo que desde antes de tener buen uso de razón ya admiraba este arte de la pintura. Me quedé con ese entorno fijamente grabado en mi cabeza. El cielo y aquellas caritas de lindos Querubines me parecían reales, y así tal cual, dibujé para siempre en mi mente el hogar de papa Dios.

No obstante, al salir del lugar, después de haber estado en éxtasis apreciando la bella virgen, su espléndido altar y aquellas columnas y arcos fuertes, mi corazón de repente sintió un puñado de escarcha negra que empañaba con tristeza la reciente imagen que sublimemente me cautivó. Muchos paralíticos, minusválidos, gente desposeída que rogaban con sus manos extendidas por una limosna a cada transeúnte, a los fieles y adoradores de la Virgen.

Estaban congregados alrededor del santuario implorando su atención y pidiendo una ofrenda para llevar a la boca un pedazo de pan. Era la primera vez que veía tal escena y que me enfrentaba contra la realidad de la vida. La triste y miseriosa fortuna que a otros les había tocado. En mi pequeño mundo de entonces no existía tal amargura de brazos y piernas amputadas, leprosos, enfermos, caras tan tristes arrastrando con tanta dificultad sus penas por el camino. Mi vida en el campo transcurría tranquila y alegre en una humilde casa donde la misericordia de Dios y el esfuerzo de mis padres nos permitían tener cubierta nuestras necesidades básicas, comida, ropa y sábanas limpias.

Fue una contradicción en mi memoria de la que nunca logré escapar y aunque recordaba ciertos detalles de aquel viaje, de breves conversaciones de mi madre y nuestros amigos, me era imborrable la fotografía que mi mente había registrado para siempre de aquellos angelitos que flotaban en el azul cielo, pero mucho menos olvidaba a esas personas que aguardaban fuera, en su mayoría de tez oscuras con pañuelos y vestimentas tan blancas que resplandecieron en mis recuerdos por siempre.

Hace poco, al visitar nuevamente aquel impresionante escenario, el asomo de aquellos lejanos recuerdos no se hicieron esperar. Ya hoy es otro tiempo, y la Virgen sigue tan linda como antes, flores y luces de velones por doquier. Los mismos ángeles pintados en la cúpula del altar, volando en un cielo celestial. Hoy, aunque me resisto a adorar santos e idolatrar imágenes, la fascinación de volver aquel lugar, fue como re encontrarme con un pasado que nunca pasó, que jamás quedó atrás.

Recorrí cada paso tratando de sentir lo mismo que cuando niña sentí, en un lugar donde también estuvo mi madre conmigo. Volví esta vez tan diferente, cuantas cosas en mí han cambiado desde aquel entonces!

En la entrada no había tanta miseria como antes, unos cuantos tal vez por no ser un día muy concurrido aunque era domingo. Niños ansiosos de algunos centavos, los vendedores ofrecían sus frescos hojaldres y otros en vitrinas y colgaderos sus crucifijos y medallitas de la santa patrona. Definitivamente, ese fue un día que tendré presente como un breve regreso al pasado que nunca me ha abandonado, ni quiero olvidar.



06 enero, 2011

A mi guía, mi norte, por quien soy hoy...


Hoy, día 6 de Enero era el cumpleaños de mi madre. Desde hace 24 años dejé de celebrarlo físicamente con ella, pero desde los dieciséis y un mes que estuvimos juntas, más esos veinticuatro que ya no está, no he dejado de sentir el mismo orgullo y fascinación de que una mujer tan especial y tan original como ella, fuera mi Madre.

Dondequiera que estés....Feliz Cumpleaños, Mita! Te extraño!