Identidad...

Identidad: Es una palabra de origen latino (identĭtas) que permite nombrar al conjunto de rasgos propios de un sujeto o de una comunidad.

Pararse frente a una de las obras de Pedro Genaro Rodríguez es escuchar una historia que susurra con armonía y amor hacía lo que consideramos nuestros rasgos, detalles que forman parte de nuestra cotidianidad y lo que nos diferencia de los demás.

Estacionarse de frente a la mano que sobrecoge en un puñado Don Roque y dice: “Aquí está mi corazón”, sientes como aprieta en su pecho y aprisiona con pasión sus cansados latidos, verdaderamente los escuchas y te emocionan.

¿Cómo no sentir la ausencia del que se ha marchado? Si me paro incesantemente en la ventana y miro con desesperanza aprendida un camino que solo lo transitan las sombras de los árboles que son los testigos fieles del eco que repite: “Te Espero”.

Abrazar a “Mi Gallo Indio” con un plumaje colorido y saludable. Atesorarlo como escudo en tu pecho. Definitivamente, no hay mejor contienda que esa.

¿Qué decir de “Dominicanita”, “Manzanita de Oro”? No se puede pasar de largo sin recordar al Maestro dominicano, Don Rafael Solano a cuyas letras de tan singular merengue, Pedro ya le puso el mejor y más sutil rostro.

Podría pasar páginas completas y describir entre líneas mi percepción de cada obra que compone la historia de “Identidad” la nueva exposición individual de quien me siento muy orgullosa de conocer y llamarlo mi amigo, Pedro Genaro Rodríguez.

Pedro, a quién hace mucho; yo, personalmente yo, lo considero un genio, aunque no perfecto porque es Liceísta, es uno de esos seres humanos que sin conocerlo personalmente dibuja una sonrisa en tu rostro a través de las imágenes que compone y deja plasmadas con su lente.

Es así como me hice seguidora de su trabajo, y tanto abonó su talento en mi admiración que inspiró la pasión que hoy siento por la fotografía.

Así que, si algún día llego a tener una biografía, será un pecado irreparable no mencionarlo y como es costumbre que estas se hagan después que una está muerta, corre el riesgo de que le hale los pies si obvia dicho detalle, y no es juego.

“Identidad” estará recibiendo a cada dominicano que desee encontrarse consigo mismo y con sus valores quisqueyanos. Obras coloridas y con voz propia les esperan en el salón de exposiciones del Museo de las Casas Reales hasta el 28 de septiembre.

Un exquisita recopilación de imágenes que provocan los versos que cuentan al mundo lo que somos como pueblo y como gente que se enaltece ante la belleza de sus raíces y las huellas indelebles que nos definen, nos distinguen con humildad del resto del mundo y nos regalan nuestra propia identidad.

Mis felicitaciones a Pedro,a Giovanna, sus hijos y todo el maravilloso equipo que ha hecho posible la realización de esta bellísima exposición.

Exitos!