29 octubre, 2011

Ponte las tuyas...

Compré estas pulseritas pensando en entregar una a cada ser querido, obviamente estoy consciente de que siete pulseras no me alcanzan para regalárselas a tanta gente que amo y quiero.

Por esa razón decidí hacer una foto y compartirla con todos ustedes para entregarles un juego de pulseras a cada uno como un pequeño regalo.

Mientras leen, quiero que se las vayan colocando y guarden para sí el mensaje bíblico que le corresponde a cada palabra.

Comenzamos con la primera…

Amor: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna." - Juan 3:16

Paciencia 1: "Con toda humildad y mansedumbre, soportándonos con paciencia los unos a los otros con amor".
Efesios 4:2,

Paz: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16: 33

Esperanza: “Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no quede yo avergonzado de mi esperanza.” Salmos 119:116

Humildad: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.” Mateo 5:3-4

Paciencia 2: "Confía callado en el Señor y espérale con paciencia: No te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas" Salmo 37:7


Felicidad:
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:16-18


Te gustaron?, Sólo te pusiste una? Cuál?, Te las pusiste todas??

:)

26 octubre, 2011

Justo aquí, pero en el play...




Mi primera visita al estadio en esta nueva temporada de baseball y debo admitir que mi equipo ha sufrido una transformación tan drástica que a penas logré distinguir a Héctor Luna en el terreno.

Lamentablemente no fue la mejor noche para mis aguilitas porque los tígres se impusieron en el marcador, pero igual disfruté mucho estar ahí y sobretodo gozar con todas las cosas que se ven en el play.

Volver a tener aquella mística en el equipo será una labor ardua no solo de la gerencia de las Aguilas sino de esos aguiluchos que emprenden su joven vuelo, queriendo y deseando con pasión inscribirse en la lista de aquellos grandes nombres que todos los seguidores del equipo cibaeño llevabamos tatuados en el corazón.

Arriba Las Aguilas!


Fotos: Angela Guichardo/Todos los derechos reservados

24 octubre, 2011

Preveer es vivir un poco más...



El pasado 19 de Octubre se celebró el Día Mundial del Cáncer de Mamas y aunque se trata de una fecha simbólica, debe servirnos para que durante todo el año las mujeres que alcanzamos el rango de edad más afectado por este mal, estemos concientes de la prevención y nos realicemos periódicamente los chequeos rutinarios y los éxamenes oficiales de rigor.

Mis oraciones para las amigas, las madres o las hermanas que perdimos a destiempo. Un beso para las sobrevivientes por su valentía y coraje. Un abrazo cargado de luz para las que aun no sabemos si el enemigo duerme en silencio.




Foto: Angela Guichardo. Todos los derechos reservados.

19 octubre, 2011

El valor de la vida.

Creo que a un escritor lo que le motiva a expresarse son las emociones, la necesidad de sacar de su interior lo que le sacude el alma. No alardeo de serlo, ni mucho menos creérmelo, pero definitivamente hay cosas que al menos como persona, no me permiten pasar de largo e ignorarlas.

Hoy, mientras monitoreaba algunos diarios para “buscar noticias” que se relacionen con mi nuevo trabajo, me encontré con esta nota y no pude evitar que como madre, sintiera una gran conmoción en mi corazón.

La buena nueva, trata de un soldado israelí que estuvo en cautiverio en la Franja de Gaza y hoy después de cinco años regresa a su país, a su hogar, a los brazos de sus padres y amigos que seguramente vivieron un lustro de angustia y desesperación.

Algo que me intriga mucho y por demás admiro y aplaudo, es el movimiento que tuvo que generarse para que esas fuerzas israelitas aceptaran el canje de un soldado por unos 450 prisioneros Palestinos que se encontraban en cárceles de Israel y que fueron ya llevados a Gaza y Cisjordania, y otros 650 más que serán liberados en los próximos dos meses.

Lejos de adentrarme a cuestiones políticas y tratar de entender los “líos” que por miles de años han mantenido esas tierras, lejanas geográficamente a las nuestras sin embargo; sus desgracias que no nos son ajenas por más que parecieran inadvertidas y sea casi una “costumbre” , sin lugar a dudas nos duelen aunque no tanto como a ellos, sus muertes, su infierno.

En medio de aquel escenario de terror y sangre que no se hace difícil de imaginar, lo que me impacta y mueve mis sentimientos a escribir esta entrada, es la representación del valor de la vida que resalta y percibo con gran emoción en este acontecimiento.

Gilad Shalit protagonista su propia vida y símbolo de unión de muchas otras más que pudieron haber perdido la esperanza de volver a encontrarse y abrazarse. Un muchacho de algunos veinte y tantos años que ha vivido más de 1,820 días de su existencia en medio del horror y la angustia, en condiciones físicas desmejoradas, muy cerca del colapso y psicológicamente aplastado.

Cuantas veces no habrá pensado tanto él como los suyos en la imposibilidad de que dos naciones lograran ponerse de acuerdo en algo, y que justamente haya sido para liberarlo. Cuan dichoso han de sentirse al ver la luz de Aquel que todo lo puede. Que sensación tan inexplicable recuperar la libertad, la paz, liberarse del yugo, volver a casa y ver transformar sus caras con sonrisas.

Ojalá estas acciones y esta imagen en total expresión de alegría del padre con su hijo liberado, transmita a muchos más lo que a mí, como ser humano y como madre me hizo sentir la empatía de imaginarme en el antes y el después de la experiencia vivida por ambos. Con profundo anhelo deseo que llegue también al corazón de muchos que hoy son carceleros y mutiladores de sueños.

Vaya además a los miles de secuestrados que ideas rebeldes y a veces ridículas los atraparon en medio de redes de odio y violencia que injustamente debitan con sus vidas, decisiones y negociaciones de gobiernos tan corruptos como el mismo verdugo que los encierra.

Lleve esperanza este encuentro a las familias que aguardan entre lágrimas e infinitas noches de desvelos e infiernos, el regreso de un hijo, de un esposo, de un padre, de un hermano, de un amigo.

PAZ!


La noticia original pueden verla aquí.
Foto: Agencia AP

15 octubre, 2011

De mi albúm "De todo un poco"




Estas fotos las fui a "buscar" esta mañama al Jardín Botánico. Definitivamente, no hay nada que me guste tanto como caminar y hurgar los detalles de la naturaleza. No sé si es que soy fácil de impresionar, pero me parece sencillamente maravillosa la Creacion y jamás podrian pasarme desapercibidas escenas como las de estas imágenes que comparto con ustedes.



Fotos: Angela Guichardo. Todos los derechos reservados.

05 octubre, 2011

Continuación...Lecciones de vida...

Vi marcharse a la gente de la grúa, al dueño del camión y a su amigo que recogía algunos trastos y pedazos de la chatarra y las montaba en su camioneta. Yo por mi parte, regresé a mis labores de casa y mientras recogía una ropa que estaba tendida en el patio, sentí una gran conmoción por la actitud que había tenido hacia aquel hombre.

Seguramente superando ya la adrenalida de la emoción del momento, y rasgando mi mi alma con diez uñas, llevó mi mano hasta mi cien para reflexionar en la forma que ese señor tan amigablemente me trató, a pesar de estarse sobreponiendo de una trágica situación que mi ira ni remotamente me permitió sorprenderme del hecho, mucho menos ponerme en su lugar. Cuan enfocada estaba en solucionar "mi problema", que ni siquiera me preocupé por preguntar si estaba bien!

Comencé a buscar en mi memoria, aquel camión que según él solía estacionar cada día frente a mi casa, y como por arte de magia me acordé de uno verdaderamente lo parquean allí por las noches, pero ese era blanco, y bien cuidado.

Quedé prácticamente en shock cuando hilé cada detalle y de inmediato busqué a mi hijo y algunos de los chicos para preguntar si se trataba del mismo camión! Ellos, lastimosamente me confirmaron que sí. Sentí una terrible angustia en mi corazón y pedí perdón a Dios.

El vehículo estaba irreconocible, jamás me hubiera sido fácil pensar por mi misma que se trataba del mismo y sobretodo que con lo aparatoso que fue el accidente, su dueño permanecía en perfecta calma y en paz. Ni mi soberbia ni mi incomodidad lo alteró, todo lo contrario, sonrió con sinceridad y comprensión hacia mis exigencias.

También di gracias a Dios por la enseñanza, pues el reconocer que se ha actuado mal es un gran paso, de ese modo, llena del espíritu de humildad que nuestro Creador nos manda, decidí enmendar la ofensa y esperé avergonzada, pero con esperanza el lunes cuando regresara el señor. Entonces ansiaba que llegara el lunes, pero para disculparme ante él.

Llegó el nuevo inicio de la semana, pero el hombre no vino por su “patana”. Creo que fue al día siguiente, el martes, mientras me preparaba para salir al trabajo, conversaba con Dios y le pedía: “Regálame el momento preciso para reparar mi falta…” Y, justo al abrir mi puerta llegaba aquel señor cumpliendo su palabra. Yo iba en contra del tiempo, pero sabía que no era un momento cualquiera y no pensaba desperdiciarlo para completar el propósito para el cual fue creado.

Me acerqué a él y le pedí perdón por mi insensatez y frialdad. Con humildad reconocí lo mal que actué atendiendo a la presión circunstancial de aquel día. Con profunda sinceridad sentí la empatía que debí tener desde que mencionó la palabra “accidente”. Entonces, el me contó su historia antes del asecho de la fatal tragedia.

-Venía por la Autopista Las Américas, confrontando algunos problemas de salud que me asaltaron de repente. Decidí pararme en un negocio que circundan por la pista, me lavé la cara y descansé por unos minutos aun sin entender lo que me pasaba. Cuando emprendía la marcha, me detuve unos minutos y montando en el camión abrí la Biblia que siempre me acompaña y leí los versos del Salmo 91 “Morando bajo la sombra del Omnipotente”.

Yo, sonreí con gozo cuando pronunció el número del Salmo, el 91! El mismo que mi Madre tanto gustaba que le leyera, hasta el punto de memorizarlo desde el principio hasta el fin. Los versos donde tanto ella como yo, y ahora al escucharlo de este señor, declaramos con confianza plena de que Dios manda a sus Ángeles a guardarnos en nuestros caminos.

Proseguí mi viaje y pocos instantes volviendo a sentir una gran inestabilidad, incomprensible por demás hasta que se vino sobre mí un manto oscuro que cubrió mi cara y me dejó sin visibilidad ante aquella agitada carretera.

Perdiendo el control absoluto del volante me fui a la deriva y terminé dando estrepitosas vueltas en el pavimento. Los socorristas voluntarios que aturdidos abandonaron sus vehículos para buscar al “muerto”, me encontraron vivo, muy vivo!

Un accidente que pudo haber sido fatídico para mí, solo me ha dejado un ligero rasguño. Mi camión prácticamente destruido, me lo evaluarán en el taller a ver si se puede salvar algo.

Yo mientras, sigo pensando que ese Salmo 91 dirigido con toda mi fe al Creador, me libró.

Y yo también lo creo! Que admiramirable es este Señor! Pensé.

Hace poco volví a ver al señor, Vino a saludarme un día de estos. Su camión luce como nuevo, increíblemente como nuevo! Me entregó una tarjetita con sus teléfonos para cuando necesite o sepa de alguien que requiera hacer una mudanza o cualquier tipo de acarreos.

Aquí se las dejo:

03 octubre, 2011

Lecciones de vida...

Hace mucho quería contar esta historia, pero creo que hoy ha sido el tiempo propicio para hacerlo, o no sé; a lo mejor es que ya he logrado superar mi vergüenza y la lección que con ella aprendí. ...Les cuento…

Donde vivo, tenemos la dicha de contar con un amplio parqueo. Ese espacio fue y sigue siendo el lugar favorito de muchos niños que al igual que yo (en mis tiempos; es decir, el otro día…) correteamos y jugamos hasta que generación tras generación nos fueron sustituyeron.

Muchos de los moradores consideramos nuestro frente, como el lugar “más dulce” porque casi siempre está concurrido por niños y jovencitos. Es por ello que quizás; nosotros, quienes aun contamos con un espacio abierto somos celosos de él y lo cuidamos.

Hace aproximadamente un año, permitimos que un señor usara nuestro parqueo para obtener de allí su sustento. El quería cuidar los vehículos. Al principio, no nos pareció una gran idea aceptarlo porque pocos vecinos tenían carros y eso significaba que de otras cuadras vendrían a estacionar los suyos y temíamos de que poco a poco pudiéramos ir perdiendo el control de nuestro espacio.

Afortunadamente todo ha marchado bien hasta el momento, y por una muy buena cuota se puede dormir tranquilo pensando que su carro está siendo vigilado. Ciertamente, otros pocos más, se han sumado para gozar de este beneficio y es ahí donde suscita la historia que me ha motivado a escribir esta entrada.

Una tarde llegaba del trabajo y luego de ponerme cómoda, decidí sentarme un rato en mi galería junto con uno de mis hijos y algunos chicos que curioseaban la escena que ocurría en el frente. Se trataba de una grúa que aparentaba estar remolcando un viejo cabezote con la cama destartalada, casi partida en dos.

No tardé mucho en darme cuenta, que la intención de los hombres que con diligencia trataban de bajar la chatarra con delicadeza para que no se “desarmara”, pretendían dejar el tiesto estacionado del otro lado de la calle, casi justo al frente nuestro, lo cual deslucía gravemente nuestro entorno y el susto de que fuesen a dejarlo allí para siempre.

Poco a poco me fui enfureciendo ante las pretensiones de aquellos hombres y sin hacerle caso a mi hijo y a mí padre que me convencían no emitir opiniones, me ajusté mis pantalones y crucé hasta donde ellos para hacerles saber mi desacuerdo. De inmediato y casi sin saludar, pregunté por el dueño de la hojalata y dije:

-Quién es el propietario de esta Patana?
-Soy yo. Contestó serenamente, un señor.
-Usted piensa dejar su vehículo aquí? Con cara poco agradable, pregunté.
-Sí, es solo hasta el próximo lunes. (Ese día era miércoles o jueves) Este camión siempre lo estaciono aquí…

Lo interrumpí para negarme a haberlo visto antes.

-Sí, sí, (asintió) Yo vivo por allí y siempre lo dejo aquí! Vengo de noche y me voy a trabajar muy temprano en la mañana. Trató de convencerme.
-Entonces, si usted vive “por allí” por qué no lo deposita en su frente? Airosamente cuestioné.

-El prosiguió…Es que hoy he tenido un accidente y el lunes sin falta vendrá otra grúa a retirarlo. (Me explicó con gran calma y mayor amabilidad, hasta con una media sonrisa en cara)

Insistí en mi desaprobación y le reiteré: - No recuerdo este camión por aquí, pero quiero que sepa que si el día lunes usted no regresa, yo misma llamaré al Ayuntamiento para que lo muevan. (Pero ni la esposa de Roberto Salcedo que fuera!)

El amigo que acompañaba al señor me miró, sentí su mirada cortante que en ningún momento recibí del que yo me había empecinado a enfrentar y a desafiar.

Como “Papaupa de la Matica” Después de haber dado sentencia, crucé la calle y regresé a mi casa. Allí me esperaba el sermón de mi hijo y el de mi padre que siempre es muy cauteloso con el trato con extraños y le preocupaba que hubiera sido grosera con el señor y que mi posición provocara una grave consecuencia.

Esta historia continuará...