La vida casi nunca
es como la deseas, pero hay que seguir viviendo y aspirando que sea como la
quieres.
Algo que puede
ayudar a no salir lastimado por las desilusiones de la vida es no crearse
demasiado expectativas. Vivir sin esperar recibir lo que crees merecer, no
pensar que tus anhelos ya son reales por el simple hecho de pensarlos o
sentirlos.
Vive el día a día,
cada segundo, como si abrieras una caja de sorpresas. Prepárate y mantente
siempre alerta con los ojos abiertos, bien abiertos para mirar más allá de lo
que parece ser.
Sostente con los
pies bien puestos sobre la tierra y deja que tu corazón palpite con fuerzas para
aguantar los triunfos y derrotas. Ejercita tus brazos pelear por lo que sueñas
y para consentirte cuando necesites de ellos.
Amate primero, pues
es la única forma de poder amar a los demás.
♥
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