Monte de la Jagua y su nuevo Síndico...

El pasado 16 de Mayo, mi hermano Santiago Guichardo fue favorecido con la preferencia del sufragio de cientos de votantes del municipio de Monte de la Jagua en Moca. En las recién celebradas elecciones congresuales y municipales donde salió electo Síndico por el periodo 2010-2016.

Chago, como cariñosamente le decimos, siempre ha tenido una inclinación muy marcada hacía las obras sociales, a las luchas comunitarias y a decir presente cuando alguien lo necesita. Definitivamente, pudiera llenar esta humilde entrada con muchas características que adornan y sustentan la trayectoria de mi hermano. Un hombre leal, humilde y con todos los valores bien fundados que aprendió de mis padres.

Ayer estuve en los actos conmemorativos al 147 aniversario de la Restauración de la República en el local que alberga las oficinas del ayuntamiento de Monte de la Jagua y donde se celebraba el traspaso de mando del Síndico saliente al actual.

Mientras participaba de la actividad y escuchaba a mi hermano hablar ante la comunidad, me deleitaba al mirar a todos nuestros amigos, conocidos y familiares quienes expresaban en sus rostros la alegría de ver un hijo de mi madre, su tan recordada y querida amiga, asumir un papel que estoy segura representará dignamente.

Aunque he expresando en temas anteriores mi poco interés por la política, mis desacuerdos con la forma en que es usado el poder que el pueblo otorga a unos cuantos y en su mayoría, estos lo utilizan para saciarse a sí mismos. Esta vez, quiero apostar al buen desempeño de esta gestión por parte de mi hermano y desear con todo mi corazón que Dios le de sabiduría para administrar y atender los mayores males que aquejan esa comunidad que le ha confiado con sus votos, sus esperanzas.

Que su trabajo sea para honrar la gloria de Dios y hacer sentir a su familia tan orgullosa como siempre lo ha estado de él.

Sabemos que es un arduo camino, nada es fácil cuando hay un presupuesto muy limitado y muchas tareas por hacer. Habrá días no tan alegres, gentes conformes e inconformes, detractores, enemigos, amigos sinceros, gente dispuesta a colaborar, otros con los cañones apuntando, pero siempre hay una salida cuando el diálogo y las excelentes relaciones humanas que lo han hecho resaltar en su pueblo están siempre a la disposición.

Termino con una frase que aprendí hace mucho y quisiera no solo dedicársela a mi hermano sino también a todos quienes tenemos por fe en los cielos a Dios y le tememos a la hora de accionar y pensar.


“Lo importante no es como se comienza, sino como se termina.”


Suerte y bendiciones, mi hermano! Te queremos mucho y cuenta con nosotros!

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