Play ball es uno de los gritos más esperados y aplaudidos por los fanáticos de la pelota. Escuchar nuestro himno nacional y ver a nuestros equipos correr hacía el terreno en busca de una victoria en cada encuentro, es sencillamente fascinante.Mi primera visita al play fue recientemente, y lamentablemente no coincidió con el mejor partido de las Aguilas (mi equipo), puesto que éstas han estado en estos últimos dos años en un proceso de renovación en su batallón, y a éstos jóvenes, sin dudas talentosos, les ha costado encontrar la mística y el encanto del conjunto mamey que contrario al equipo anterior que aun encontrándose en la etapa final de sus mejores actuaciones, su entrega y amor por el juego era una característica admirada en la novena cibaeña.
Este conjunto comandado por nuestra gloria Toni Peña, recién llegadito de las filas de los Yankees de NY, y teniendo de apoyo en la dirección a nuestro otro héroe Miguel (Guelo) Diloné y otros más, tiene todas las herramientas necesarias para que ocupe el lugar que merecen Las Aguilas. Así lo demuestra que en estos últimos 4 días, el equipo haya conseguido igual número de victorias de manera consecutiva, recuperando así la confianza en sus habilidades en el diamante.
Fue una noche que aun saliendo con el peso de la derrota, pude disfrutar del colorido, los atractivos que cada año amenizan los partidos, la gente, sus ocurrencias, los amigos, y sobretodo el haber tenido la oportunidad de compartir con una dama muy simpática que pertenecía a la comisión de la directiva aguilucha y que de vez en cuando ponía con mucha gracia un poco de presión por el bajo desempeño de los muchachos al dirigente Peña, a quien teníamos justo al lado. Arriba mis Aguilitas!! Cobren ánimo y vamo’a haceile, muchachos!!
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