Nos reunimos en familia para celebrar junto con Guario y Vanessa la bendición que Dios les ha dado de tener su hogar propio.
Es un apartamente bellísimo, en una zona preciosa en la cual disfrutamos de todo el amor y el cariño que como familia nos manifestamos, sobretodo nuestro contentamiento de que esta pareja haya logrado cumplir un sueño tan preciado.
Como siempre, la mesa estuvo repleta de comida, gracias a Dios por proveerla. La bendición de los alimentos estuvo a cargo de Rafael Antonio, mi sobrino de 9 años.
Felicidades a Guarionex y Vanessa. Que el Señor llene de properidad espiritual material sus vidas y que vengan pronto sus futuros herederos!
Besos!!!
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