El fútbol cada día adquiere más seguidores en República Dominicana y
ese interés que pernota en la actualidad entre los dominicanos, me remonta al mes de mayo del 1986 cuando este
deporte era prácticamente desconocido para nosotros.
El mundial de ese año, teniendo a México como anfitrión de la copa generó
gran interés, desde mi percepción (me disculpan si estoy en un error) creo, que
al inicio nos importaba más el país sede que el propio deporte. Ya luego, en
pleno desarrollo del mundial y cada vez que conocíamos un poco más sobre las
reglas del juego, comenzamos a entusiasmarnos y a admirar la destreza y las condiciones
físicas de los futbolistas en el manejo del balón durante los más de noventa
minutos de recorrido por la cancha.
Pronto nos familiarizarnos con la voz inconfundible de Jorge Rolando
Bauger, un argentino que no sé si vino al país para narrar los juegos o si ya
vivía aquí de antemano, pero indudablemente que Bauger llegó para quedarse y es
difícil no asociarlo con el fútbol o no reconocerlo como la voz oficial en las transmisiones
de los partidos gracias a su acento regional y a lo que entonces era nuevo para
nosotros, el grito de gol extensamente pronunciado.
Bauger, quien más adelante se convirtió en el fundador de la primera
escuela de fútbol en el país; Bauger FC, es ya un dominicano más entre nosotros
y se posicionó de inmediato al conectar con el pueblo. Recuerdo que mi hermano Marino intentaba imitar
la narración al estilo Bauger lo cual nos causaba mucha gracia por lo
complicado y a veces jocosa que resultaba la pronunciación de algunos nombres o
apellidos de los jugadores de las diferentes selecciones.
En la copa mundial de México’86 surgió el flechazo de amor y
admiración por Diego Maradona quien para mí se inmortalizó en esa edición de la
FIFA. Testigo del gran desempeño de Maradona y los más importantes goles de su carrera quedaron registrados para
la historia, gracias a la magia de la Internet hoy podemos vivirlo y
remontarnos al ayer una y otra vez.
Otros, como el mediocampista francés Michel Platini, calaron en el
gusto de los dominicanos y nos manteníamos pendientes de sus actuaciones en
cada encuentro. Recordar este mundial así como la selección de Brasil, del
pueblo Azteca, Inglaterra, Francia y otros países hermanos será una labor difícil
de borrar en nuestra memoria e imposible de no calificarla como uno de los eventos
más especiales y muy particularmente en mi vida y en la de mis hermanos.
Apenas dos meses antes de la inauguración de México’86, en marzo, mi
familia y yo atravesamos por una situación muy difícil como lo fue la muerte de
mi madre, yo recién cumplía 16 años y la ausencia de nuestra progenitora fue
profundamente sentida en nuestro hogar y en cada uno de nosotros. La copa de México
vino a aliviar el dolor, a unirnos frente a la tele y a distraer nuestras
mentes al menos por el tiempo en que se desarrollaban los partidos.
Brasil 2014 me lleva inevitablemente por el tren del recuerdo del mundial del 1986, que a pesar de
haber sido en un año en la que nos vimos obligados a salir adelante como familia y a superar nuestra pérdida, también nos llenó
de aliento en nuestros momentos de tristeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario