Llegamos a Jacaranda en Bonao y ahí nos reunimos con el grupo de los Mansos que se nos había adelantado. Estiramos las piernas, desayunamos y aprovechamos las facilidades de la parada para luego continuar hacía Santiago donde otros fotógrafos de la región norte mansa nos esperarían en la Av. Hispanoamérica para emprender nuestra aventura.
Nos saludamos y al ratito comenzaron a tomar las primeras fotos, mientras esperábamos por los demás. Tomamos la ruta hacía San José de las Matas y lo único que puedo decir para simplificar y no hacer la historia muy larga es que recorrimos un largo camino en forma de eses para llegar hasta Jánico.
Jánico es un pueblo muy lindo. Llegamos justo cuando sus feligreses se congregaban en su linda iglesia. Invadimos el parque con Mansos y cámaras por doquier. Ciertamente, el ambiente es tan diferente a la vida de la ciudad, allí todos se conocen, por lo general son gente muy amables y sencillas.
Algunos no ponían objeción y nos permitían retratarlos. A otros si les molestaba, pero respetábamos su privacidad. Entramos a la iglesia e hicimos algunas fotos de la ceremonia de inicio de la celebración de la misa, los fieles, los monaguillos, el sacerdote, el santuario, etc.
Minutos mas tarde continuamos nuestro largo y difícil recorrido por los caminos no asfaltados y así íbamos encontrándonos con otros pueblecitos que aunque pequeños, admirábamos su limpieza, el orden y las caras extrañadas de sus gentes. Una caravana de más de trece jeepetas los visitaba. En los pueblitos que hicimos parada, sus gentes salía a recibirnos curiosos por saber de que se trataba esta invasión.
Los rostros de los lugareños son hermosos, rubios, pelo lacio y ojos claros. Parece como si el sol no calentara tanto por allí porque si no fuera por su peculiar acento cibaeño, cualquier podría pensar que algunos son norteamericanos. A cada pueblo que llegábamos a Shiro les llamaba la atención las mujeres, en ninguno dejó de mencionar que eran lindas! Y tenía razón.
A propósito de Shiro, luego de ser víctima de unos cuantos atropellos dijo que las fotos que tomó durante el safari de ayer fueron las más difíciles y por las cuales ha recibido más insultos en toda su carrera.
Les cuento que en un pueblito llamado Juncalito, el amigo Shiro advirtió que una doña estaba en su cocina y le pidió permiso a para entrar a tomar fotos de un fogón de leña que estaba “encendío” en sus buenas con un cocinao a todo dar y una llama de fuego que seducía a cualquiera para lograr obtener allí “la foto del viaje”.
La doña no estaba muy de acuerdo con el “chino”, pero lo dejó, pero insistiéndole que no le tomara fotos a ella. En una cuando Shiro cree que tiene todo el consentimiento de la señora para posicionarse mejor frente a su objetivo, yo estoy casi detrás de mi amigo, loca por hacer algunas tomas, pero fue justo en ese momento cuando la doña se incomodó y le dijo a Shiro…. Hey, se me sale de aquí!!! Vamo’ vamo’ pa fuera!, pa fuera!, que usted lo que anda es “vagueando”!
Cuanta risa cuando escuché esa cosa! Shiro salió empujado por la señora y muerto de la risa por la experiencia. Sin contar que en el parque de Jánico también ya lo habían mandado al carajo otro lugareño.
Continuará...
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