
Nuestra solidaridad, afectos y plegarias elevadas al Sántisimo para nuestros hermanos Chilenos en este momento de tanta dificultad que atraviesan.
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Ayer amanecí con la energía de un Diablo Cojuelo y con el corazón disfrazado de un Roba la Gallina. Me sorprendieron unas ganas profunda de irme para La Vega a aguantar vejigazos si era necesario, pero me sentía sedienta de captar con imágenes el color de carnaval, la música y la alegría que nos caracteriza como pueblo, como cultura.
Estaba un poco frustrada porque ya era tarde salir hacía esa ciudad, sin rumbo, sin compañía y sin tanto dinero como me hubiese gustado para enfrentar las eventualidades.
Me imaginé todo el esplendor y el colorido de las gigantescas máscaras de Dragones y Tigres características de las celebraciones orientales, así que el evento que estaba pautado para empezar a las 4 de la tarde se ajustó inmediatamente en mi desolada agenda dominical por si los pies me seguían mandando a salir de casa.
Salí retrasada para la actividad por lo cual me decidí a tomar un taxi para llegar más rápido. A mitad de camino, le reiteré al taxista que yo iba exactamente al barrio chino y al acercarnos a la zona nos dimos cuenta que casi todas las calles estaban cerradas, pensé que se trataba de la misma fiesta, así que me dejó lo más cerca posible del lugar.
Al llegar a la avenida México, me encontré con un desfile de carnaval que me hizo sentir justo como lo había deseado toda la mañana. Comencé dándome mi baño de pueblo (y no es que no lo haga todos los días), confundiéndome entre Diablos y Alibabás, con Ángeles y Vaqueros, Tiznados y Murciélagos.
Me sentía feliz e impregnada de la energía de mis raíces, cuantas sonrisas hay en nuestra gente! Es impresionante como el pueblo deja a un lado sus problemas para vivir y disfrutar enteramente su carnaval, como la edad es un factor poco limitante cuando se trata de bailar en las calles. Todos los barrios unidos en una sola comparsa y al compás de un mismo ritmo.
Es una maravillosa experiencia admirar la creatividad del talento dominicano, sus máscaras, la vistosidad de los trajes, la jocosidad de los personajes, la gracia con la que presumen sus atuendos.
Cuando se alzaban los primeros cimientos de IKEA en ese terreno súper inmenso donde ya hoy es una realidad su llegada al mercado dominicano, sabía que los pies me iban a doler de tanto caminar y efectivamente acabo de llegar a casa agotada luego de recorrer sus instalaciones.
Lo primero y que no puedo dejar de mencionar es la fila que hicimos para lograr entrar, no es nada complicado, se avanza rápido, pero por la gran cantidad de personas que anda tan curiosa como yo por ver lo que hay, más aquellos que realmente van a comprar, la seguridad de este súper centro comercial está esforzándose para que el público se mueva con mayor facilidad y orden.
Mis acompañantes y yo subimos directamente al segundo piso y lo cierto es que hay miles de opciones para escoger, una diversidad de productos que verdaderamente simplifican y dan valor al más mínimo de los espacios. Creo que hasta para lo que una no se imagina hay un mueble o un artículo diseñado y al alcance de la mayoría. No es que sea regalado, hay que estar claros. De la calidad de sus muebles no se más que lo poco que he escuchado en su publicidad y lo que vi hoy, todo depende del precio.
Me gustaron varias cosas, obviamente no fui a comprar nada en particular, pero si salí de allí con buenas ideas por si me decido a hacer una remodelación que necesito en mi habitación y vi muebles que se ajustarían al presupuesto del que puedo disponer. Además, no me gusta apresurarme con las compras de las tiendas que abren y están abarrotadas de gente, yo prefiero comprar y escoger con calma para no dejarme llevar por la euforia del momento.
Durante mi recorrido me encontré con algunas amigas del trabajo, después no las volví a ver jamás, hasta mis hermanas y yo nos llegamos a perder y luego teníamos que llamarnos por el celular para reencontrarnos. Por lo menos por ahora, no se si después las cosas cambiarán, pero la gente se puede sentar en los muebles, lo que sirve para uno descansar un poco en el recorrido. Hay flechas en el piso que indican como ir avanzando en el establecimiento, pero una y otra vez las pierdes de vista cuando los ojos se te van hacía tantos objetos llamativos por el color y la novedad.
Hicimos una pausa para degustar un cafecito y unos Donuts en el área de comida. Ellos tienen diferentes combos que me parecieron bastante económicos. Ahí no hay actualmente ninguna marca conocida del mercado y las cuales estamos acostumbrados a ver, cero Burger King, Mc Donald, Victorina, KFC, etc. Aparentemente todo será Sueco como sus muebles.
Una de las cosas que más me impactaron fue cuando llegamos casi al final, al área de floristería. Me atrajeron unas coloridas y sanas Orquídeas que pensé que eran artificiales y luego de tocarlas y leer: “Son Reales”, me fascinaron aun más. Las plantas son verdísimas y bellas, impresionantemente bien cuidadas.
Cuando terminas el recorrido te encuentras con un súper almacén con todos los artículos desarmados en unos megas estantes y continuamente están las cajas para pagar.
Sí creo que deberían hasta vender mas barato porque según escuché en el programa radial “El Gobierno de la Mañana”, ese terrero donde se construyó IKEA y que pertenecía a la universidad Pedro Henríquez Ureña fue otorgado a esos inversionistas a precio de vaca muerta, si es que pagaron algo gracias al gobierno de Leonel Fernández, imagino.
En las calles continuas a IKEA, se está formando un tremendo tapón. Ha sido una revolución, pero como todos sabemos es cuestión de que a la gente se le pase la fiebre, todo volverá a la normalidad. Cada comercio en este país tiene sus clientes, pero las opciones nos benefician, así que por ese lado le doy mi más cálida bienvenida a los Suecos.
Hoy presencié un comportamiento poco profesional, poco humano y muy arrogante, propio de aquellos que piensan que el poder no tiene fecha de vencimiento.
Llegaron las 6 de la tarde del domingo de San Valentín y tal y como habíamos planificado el día anterior, caeríamos de sorpresa a unos prim@s que se reunirían en una discoteca llamada: Club 60, famosa por la peculiaridad de sus asistentes y el estilo de música que se baila, salsa, son, merengue tradicional, etc.
Llegamos, y de inmediato localizamos a una de mis primas, Albania, quién ya debe tener acciones allí porque es fija cada domingo, pero luego de ver el ambiente familiar que allí se vive, entendemos el porqué a ella le gusta tanto. Posteriormente encontramos a su hijo Zuly a quien teníamos mucho sin ver.
Para ellos fue algo inesperado vernos allá y ciertamente en todos nosotros había un gran entusiasmo por estar compartiendo con ellos ese día tan bonito. Les cuento que para mi fue una experiencia maravillosa puesto que la gente que asiste es muy especial, en su mayoría son personas muy mayores de edad, pero con un corazón y una energía que cualquier jovencito envidiaría tener.
Ha sido el lugar que más me ha impresionado por la clase de bailadores que se exhiben. No importa el ritmo, cada uno es danzado con mucha elegancia, estilo, gallardía, gracia y sin que nos quepa la menor duda, disfrutan a plenitud el baile, además de que lo toman muy en serio, y según mi percepción ahí la pista de baile se respeta.
Nancy, una amiga que encontré allí también y que me había hablado mucho del lugar, me preguntó delante del Disc Jockey qué canción quería que me pusiera para bailar y yo inmediatamente le dije: un merengue de los de Compadre Pedro Juan para allá, refiriéndome a uno bien viejo, pero que me parece sabrosísimo!
Quedé fascinada con los atuendos elegantísimos de los señores y señoras. Había una en particular a quien admiraba desde mi asiento y ansiaba tomarle una foto hasta que lo logré, gracias a Nancy que me dijo que la doña imitaba a Celia Cruz y en verdad tenía mucho de parecido por el porte, el salero, su amplia sonrisa, sus pestañas postizas y una bien arreglada peluca que daba el toque perfecto a su admirado personaje.
Mis herman@s solicitaron fotos también con ella y ésta se sintió realizada por la atención que había acaparado en nosotros. Antes de tomarnos la foto me pidió que esperara a que buscara un micrófono que siempre lleva con ella y una pista de la cantante original por si tiene que cantar en cualquier lugar donde ella va. Aprovechó la situación para quejarse con nosotros de que el Animador no quería presentarla y nos comprometimos con ella a que le pediríamos que la invitara a cantar y así fue, entrada la noche, Celia (Julita) cantó!
En otro momento de la noche, el animador interrumpió el desarrollo de la actividad para felicitar y agradecer a los visitantes por la presencia de todos allí y saludó a dos señores en particular a quienes catalogó como “los muchachitos de Club 60”, dos caballeros de unos 92 años de edad, pero con una vitalidad increíble, con un estilo sonero chulísmo!
Cuando terminó el primer merengue agradecí su amabilidad y lo elogié su habilidad para el baile, pero comenzó a sonar el otro merengue y me susurró: “Son dos”, así que felizmente y encantada me quedé con él disfrutando la nueva pieza. Concluida la segunda me acompañó hasta mi mesa y recibí una especie de calificación en A cuando le dijo a mi familia: “Esa es una tremenda bailadora!
Quedamos súper contentos por la experiencia y prometimos volver y llevarnos secuestrado a Papi (que no le gusta salir mucho) y a Papá Neto (que le encanta bailar) para verlos escuchar la música con la que crecieron e imaginar trasladarse a su tiempo, en un entorno que de seguro les traerá un millón de buenos recuerdos.
Ayer, celebrábamos el día de San Valentín en casa de mi padre y la verdad es que si lo hubiéramos planeado mucho, a lo mejor las cosas no salen TAN bien como salieron.
Nuestro almuerzo de hoy no tubo mucha ciencia, pero para mí que ignoro muchos detalles del arte culinario, estoy convencida de que cocinar es un sentimiento o una inspiración que conecta el estómago con el corazón.
Hay que poner el toque personal y de creatividad para lograr algunas cosas. La intuición me parece muy importante, así que en el segundo intento creo que lo mejoré.