28 marzo, 2015

Teatro por un tubo en Guloya

Me gusta recomendar las actividades que disfruto y que en mi opinión personal merecen ser difundidas. Lo hago con la intención de buscar el alivio de aquellas otras cosas que al igual que a ustedes, pretenden ahogarnos en la miseria de la impotencia y el desconcierto. 

De todos modos, sigamos firmes en lo que pensamos y sintamos respecto a la parte que nos corresponda ejecutar para generar algún cambio.

Mientras, les invito a sacarle el jugo a 300 pesos y a pasar por el Teatro Guloya en la Zona Colonial, donde por ese precio,  usted sale como nuevo, sonrriente, y con la satisfacción de haber sido espectador del talento de más de 18 actores distribuidos en 8 micro obras donde además, ustedes complacidamente tendrán que moverse  a escenarios inesperados donde se tejen el drama y la comedia maravillosamente dirigidos e interpretados por estos artistas.  

Al final amigos míos, se quedarán con las ganas de incluir en sus salidas, más teatro y más cultura para ustedes y su familia.

"Teatro por un tubo"
Últimas funciones hoy sábado 28 y domingo 29 a las 8:30 PM. 

¡Recomendado full!

22 marzo, 2015

La Cenicienta

La primera vez que fui al cine fue aproximadamente a la edad de siete años. (hace mucho, verdad? :P) Recuerdo que fue mi hermana Fifa quien me llevó a una sala ubicada en el sector de San Carlos donde vivía mi querida Tía Marina (EPD). La película que vimos fue La Cenicienta, obviamente, versión dibujos animados, pero a color y muuuy hermosa. 



Me sentía felizmente impresionada con la magia de esta inmensa e increíble pantalla delante de esta pequeña niña llena de sueños e ilusiones. 


Guardo en mi memoria muchos detalles de esa tarde, especialmente  de las ya icónicas escenas de la historia fascinante de La Cenicienta producida por los estudios Disney.

Desde que me enteré sobre la nueva película basada en el cuento original de La Cenicienta, supe que quería verla y tratar con ello de devolver el reloj y trasladarme a aquel tiempo que aunque irrepetible, trae siempre a mi memoria momentos imborrables que a través de los años se convienten en un valioso tesoro.



Como no es divertido ir al cine sola, pensé en alguien muy especial para que me acompañara, alguien que pudiera de alguna manera entender lo importante que era para mí ver una vez más a La Cenicienta.  

Es por ello que invité a una niña que amo mucho, a María Victoria (la hermanita de mis hijos), para que fuéramos juntas a ver la recién estrenada y llevada a película con personajes reales combinados con la ficción. Obviamente, una versión remotamente más moderna que la de los años setenta que para entonces me hechizó.


Ayer, ya por fin en el cine, cada minuto que pasaba frente a la gran pantalla, nuestros corazones y emociones eran las de dos simples niñas admiradas por un mágico y eterno cuento de hadas adornado de hermosas imágenes, paisajes, colores y parlamentos que sin dudas continuarán uniendo generaciones pasadas, actuales y futuras, y de eso se trata el inexplicable encanto de la magia del mundo que creó Walt Disney. 

María cumplirá sus siete años en noviembre y es una niña mil veces más despierta que yo para cuando tenía su edad por la gran distancia de nuestras épocas, estilos de crianza, la modernidad y los avances de las ciencias, que aunque es una gran ventaja, podría en ocasiones convertirse en lo contrario, ya que muchos chicos de la llamada "Generación Y" se irán acostumbrado tanto a los grandes efectos visuales y al desarrollo de la tecnología que quizás algún día les cueste dejarse impresionar. 

Ojalá que mi sabia y "casi hija" (como ella dice) María Victoria, recuerde tanto este día como yo, que nunca pierda la sensibilidad de reconocer la belleza en los simples detalles, que nada le sea tan cotidiano y común, que encuentre siempre algo especial en lo pequeño y en lo grande. 

Aunque en el mundo que le toque vivir quizás no se tope con príncipes, ni zapatillas de cristal Swarovski y sí con ciertas "ranas, madrastras y hermanastras", María, cada día se muestre tal cual es ante los demás, sin carruajes  y sin el hechizo de una hada madrina.  Sobre todo, que mi niña sea tan "valiente y bondadosa" como la dulce "Ella", La Cenicienta










06 marzo, 2015

Tanto!

¡Hay tanto que decir! ¡Tanto, que me faltan palabras!

Hoy me veo como una egoísta, celosa de compartir lo mucho que quiero expresar. 
Discúlpenme.
🌅