22 marzo, 2015
La Cenicienta
La primera vez que fui al cine fue aproximadamente a la edad de siete años. (hace mucho, verdad? :P) Recuerdo que fue mi hermana Fifa quien me llevó a una sala ubicada en el sector de San Carlos donde vivía mi querida Tía Marina (EPD). La película que vimos fue La Cenicienta, obviamente, versión dibujos animados, pero a color y muuuy hermosa.
Me sentía felizmente impresionada con la magia de esta inmensa e increíble pantalla delante de esta pequeña niña llena de sueños e ilusiones.

Desde que me enteré sobre la nueva película basada en el cuento original de La Cenicienta, supe que quería verla y tratar con ello de devolver el reloj y trasladarme a aquel tiempo que aunque irrepetible, trae siempre a mi memoria momentos imborrables que a través de los años se convienten en un valioso tesoro.
Como no es divertido ir al cine sola, pensé en alguien muy especial para que me acompañara, alguien que pudiera de alguna manera entender lo importante que era para mí ver una vez más a La Cenicienta.
Es por ello que invité a una niña que amo mucho, a María Victoria (la hermanita de mis hijos), para que fuéramos juntas a ver la recién estrenada y llevada a película con personajes reales combinados con la ficción. Obviamente, una versión remotamente más moderna que la de los años setenta que para entonces me hechizó.
Ayer, ya por fin en el cine, cada minuto que pasaba frente a la gran pantalla, nuestros corazones y emociones eran las de dos simples niñas admiradas por un mágico y eterno cuento de hadas adornado de hermosas imágenes, paisajes, colores y parlamentos que sin dudas continuarán uniendo generaciones pasadas, actuales y futuras, y de eso se trata el inexplicable encanto de la magia del mundo que creó Walt Disney.


Aunque en el mundo que le toque vivir quizás no se tope con príncipes, ni zapatillas de cristal Swarovski y sí con ciertas "ranas, madrastras y hermanastras", María, cada día se muestre tal cual es ante los demás, sin carruajes y sin el hechizo de una hada madrina. Sobre todo, que mi niña sea tan "valiente y bondadosa" como la dulce "Ella", La Cenicienta.
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1 comentario:
Una historia muy hermosa :)
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