01 febrero, 2014

El cubrecama de mi madre...

Desde pequeña he guardado en mis recuerdos un cubrecama que mi madre hizo con sus propias manos y que consistía en la unión de retazos de diferentes telas que le iban sobrando de algunos trabajos de costura que de vez en cuando hacía para nosotros.

Ese cubrecama que aún permanece en mi memoria era un trabajo de manualidad precioso por el colorido que ingeniosamente armonizaba en toda la pieza y que además la hacía un poco pesada por el volumen.

El borde de cada retazo estaba hilvanado con una costura poco apretada hasta lograr una forma circular. No tengo idea de cuántas piezas se requería para confeccionar una ropa de cama tan particular, pero de que era un gran trabajo, sin dudas que lo era! 

El tiempo y la paciencia que se necesitaba para obtener finalmente una prenda tan especial como esa, ponía al descubierto la pasión y el amor con el cual mi madre emprendía sus proyectos. Definitivamente, era una mujer sencilla, laboriosa y de grandes cualidades que la distinguían gracias a la forma cómo fue criada.

Animada por el hermoso recuerdo de aquella cama tendida con esa gran sábana, quise imitar a mi madre aprovechando también los retazos de telas que iba recolectando de unas clases de costura que tomé hace años.  No tengo el talento que tenía mi mamá en la confección de ropas, además de que mi poca paciencia no me habría permitido hacer el diseño original del cubrecama, pero al menos la iniciativa fue inspirada por él.

Logré unir tantos cuadrados pude, con ardua labor llegué a coser aproximadamente dos yardas en aquel tiempo. Luego no supe qué hacer con ella porque era grande, pero no lo suficiente como para alcanzar el tamaño de una sábana. Obviamente, nunca quise deshacerme de ella porque sabía que tarde o temprano la utilizaría.

Hoy estoy más que contenta porque ese día llegó y desde ya, puedo disfrutar de mi propia obra que después de tanto tiempo de estar guardada, ahora está vistiendo los cojines de mi mueble en mi pequeña galería.

Nada del otro mundo, nada fuera de lo común quizás, pero me emocionan los bellos y maravillosos recuerdos que me trae cada pieza y cada color. 

1 comentario:

Brenda dijo...

Ay angela, yo sé como era la forma del cubrecamas de tu mami, y en verdad es bastante laborioso. Pero el tuyo tambien esta bello! :)