Después de mucho tiempo sin vernos, mi amiga de infancia Margarita y su hermana Carmen nos reunimos en casa y como en los viejos tiempos pasamos un rato super agradable.
Siempre hay mucho de que hablar y de ponernos al día en cuanto a los planes y todo cuanto ha acontecido en este tiempo de ausencia. Es increíble que aun viviendo en Santo Domingo, que parece una ciudad pequeña, no nos juntamos ni nos tropezamos por las calles como suele suceder con algunas otras personas.
Mis hermanas, me encantó tenerlas en casa, saben que esa es la suya también y que el cariño que en ella guardo para ustedes es tan inmenso como el cielo.
Besos!
1 comentario:
Tú vé la vaina tuya? nisiquiera me llamaste pa´presentarmela, jum!
te voy a desheredar :p
Publicar un comentario