21 abril, 2011

Un día maravilloso! Ultima parte...

Llegamos con éxito a la cueva aunque no pudimos acceder muy lejos de esta, porque no andábamos preparados para escudriñar el área. Timo nos contó que algunas personas desaprensivas han estado invadiendo la cueva para sacar de allí un material que se produce del excremento de los Murciélagos y sirve, según mi amigo, como abono para la agricultura.

Después de abandonar la cueva, no sin antes pasar las mil y unas también para bajar, el papá de Negro nos recibió con unas naranjas recién peladas. Riquísimas! Esto nos cayó como un refresco después de todo el calor y el explote que nos dejó la subida y bajada.

Nos sentamos a la orilla de un riachuelo a disfrutar un poco de la sombra y la frescura. Posteriormente, nos fuimos a ver qué nos habían guardado en casa de los tíos de Timo. Allí nos comimos unos guineitos verdes tiernos con unos huevos fritos con cebollita como para chuparse los dedos. Delicioso! sobretodo porque no habíamos probado más que las naranjas.

Timo nos dio una vuelta en la Passola (Moto) a Lissette y a mi. Cada una por separado conocimos el entorno. Fuimos al colmado y compramos masitas, paletas y refrescos. Todos nos sentíamos como en la gloria conversando en una terraza. Aproveché para tomar algunas fotos en la cocina de la tía. Un espectáculo aquel fogón con unas rojísimas llamaradas mientras la tía sazonaba un pollo con una agilidad y gracia envidiable.

Dejamos pasar el tiempo supuestamente dándole chance al sol para que bajara un poco porque estaba muy caliente. La verdad es que no queríamos irnos por lo bien que estábamos.

Gracias a ello nos tocó comida de nuevo. Les juro que NUNCA voy a olvidar el moro de habichuelas rojas cocinado a leña que me comí en esa humilde casa. Que RICURA!! Lo acompañaba el mismo pollito que vi sazonar temprano, y por último, un cafecito! Que más se podía pedir?? Estábamos a cuerpo de rey!

Partimos para Cotuí, y nos detuvimos en los arrozales. Una alfombra verde inmensa que en el horizonte se abrazaba con el azul del cielo. Siempre había soñado con estar frente a ella y así como muchas otras cosas, que gracias a Dios y por causa de la fotografía estoy viviendo.

Después de agotar un poco de tiempo y tomar todas las fotos, fuimos nuevamente a la Presa de Hatillo, pero para verla desde arriba. Una maravillosa obra de la ingeniería, impresionante por demás.

Con pena observamos un incendio en un bosque cercano la presa. Los Bomberos de la zona trataban de sofocar el ardor de los árboles, mientras, mucha gente estaba congregada en los alrededores. Había mucho movimiento por toda el área, parece ya una costumbre aprovechar la brisa y el verdor del lugar para refrescarse.

Música, comida, carros, yipetas, motores, bicicletas y todo cuanto se pueda imaginar transitaba por la extensa calle. La presa convertida en un lugar de esparcimiento donde cada cual va a hacer gala de lo que tiene y hasta de lo que no tiene. Me recordó los tiempos de gloria de nuestro Malecón en Santo Domingo.

Allá tomamos la “foto de grupo”. Es la imagen oficial del mini safari, donde tenemos que salir todos los que estuvimos rodando. A Johnny se le ocurrió una muy buena y creativa idea. Una foto diferente y cuyo resultado quedó magistral. A mi me tocó la segunda, frente a un vistoso mural.

En algún trayecto del camino que ahora no logro descifrar si fue antes de irnos a casa de Timo en Fantino, o antes de ir a la presa que él nos llevó a conocer a un buen amigo. Demetrio, Un joven muy brillante que ha sido representante de nuestro país y la juventud en los foros de la ONU, gracias a sus excelentes calificaciones. No se imaginan como me siento cuando conozco muchachos así, con tanta humildad, pero con tantos atributos y valores que sin ser yo nadie me siento en la necesidad de querer resaltarlos, reconocerlos y ponerlos en un lugar donde todo el mundo se entere que existen y por los cuales vale la pena confiar en el futuro del país,

Quedamos encantados con Demetrio, a quien encontramos y dejamos ordenando vegetales detrás de una camioneta donde él mismo sale a venderlos. Este oficio le ha permitido pagar sus estudios y ayudar a su madre. Que orgullosa debe sentirse esa mujer! Dios los bendiga!

Se acercaba la hora de partida hacía la capital y por fin ya en casa de Timo, teníamos el placer de conocer a la progenitora de Timoteo, Doña Ramona a quien le habíamos robado su retoño por casi todo el día. Nos tomamos un cafecito bien rico y nos reímos muchísimo con la simpática Chiquilia, como cariñosamente le dicen.

Ahí volvimos a hacernos otra foto de grupo, esta vez para integrar a la madre de Timo y dejar el recuerdo gratísimo de haberlos visitado. Recuerdo que espero no concluya en esa sola foto, sino en muchas otras más. De hecho, así quedamos, en VOLVER!

Gracias a Timo y a toda su bella familia y amigos por el bellísimo día que nos regalaron y por el sello imborrable de un pueblo que nos abrió las puertas hacía su belleza y su permanencia inmortal en nuestras fotos.

FIN.-

2 comentarios:

Timoteo Estévez dijo...

Excelente día, estoy a sus ordenes, Muy buena la historia, muy bueno el día, Todo estaba buenísimo, desde las naranjas, hasta el moro, desde la vuelta hasta la presa, Excelente, Siempre bienvenidos!

Timoteo Estévez dijo...

:(