25 octubre, 2006

Por poco y soy otra Víctima...



En la mañana de hoy como de costumbre, me dirigí a tomar el transporte público, tarde como casi siempre por los afanes de rutina. Llegué al lugar y del lado que me paré no había mas persona que yo, pero ahí me quedé porque por experiencia sabía que en un ratito estaría lleno de otros peatones con la misma intención de abordar un tronco móvil.

Antes de que llegaran, apareció un carrito que aunque no estaba señalizado (se trataba de un Pirata, que son aquellos que incursionan en una determinada ruta sin estar debidamente registrado en el sindicato correspondiente) con dudas me arriesgué a abordar por la urgencia que tenía de llegar a la oficina, me confié porque además en el asiento de atrás iban dos señoras... dos viejas (como decimos aquí) pero mejor aun... dos viejas delincuentes!... y delante el chofer.. y un flaco, hicieron lo necesario para que yo optara por el asiento delantero y compartirlo con el flaco..

Saludé.. Buenos días!.. ellos con entusiasmo respondieron.. (me imagino que tenían planeado tener un BUEN DIA a costillas mía), el Flaco comenzó a moverse..tratando de acomodarse e hizo un comentario simpático como para romper el hielo.. el Chofer arrancó pero a penas unos metros recorridos me doy cuenta que el tipo tiene intenciones de seguir y por un ruta que no es la mía, aprovecho que redujo la velocidad para aclararle hacía donde voy y agarro el manubio para prepararme si tengo que abrir la puerta.. me dice: "si... es para allá que vamos!".. volví y cuestioné.. pero dónde va a dar la vuelta?? Por ahí, me señala la calle, pero no encontré sentido a lo que el pretendía porque iba a perder la oportunidad de que otros pasajeros se montaran, así que con firmeza le dije, NO, déjeme aquí, y rápidamente sin darle tiempo de que intentara otra cosa, abrí la puerta pues ya sabía lo que me esperaba de continuar con ellos, el Flaco me gritó con tono de frustración.."pues vaya con Dios"... y de prisa me bajé.

De inmediato y para mi suerte una señora que esperaba carro, se les montó sin reparo en el carro pidiéndoles, insistiéndoles que por favor le diera una "bola" que ell no iba muy lejos, y ellos evadieron a la mujer y creo que finalmente la desmontaron... esa fue la acción y conversación que yo escuchaba mientras aturdida, confundida y con miedo caminaba de regreso al lugar donde ellos me encontraron. Me quedé atenta a ver si daban la vuelta por la calle que ellos me dijeron y obviamente no lo hicieron. Lamenté no haber sido más astuta para tomar el número de la placa y hacer algo en su contra, pero jamás volví a verlos y cuando una reacciona ante tal suceso, en mi caso le doy Gracias a Dios por librarme.

Reflexión:
Este es un caso que se repite diariamente en nuestro País, pero muchas veces con finales poco agraciados para las víctimas. En lo que a mi respecta, me ha podido pasar dos veces, pero Dios me ha librado.

Es una alerta para que no vuelva bajo ninguna circunstancia a montarme en cualquier carro, es una alerta para que no me confíe en la primera impresión ya sea por la edad o la apariencia de las personas y por último seguir siempre mi instinto, pues las personas que salen a las calles a hacer daño, cuando las mira a los ojos no te aguantan la mirada y esconden con discreción su rostro, eso lo percibí al instante cuando miré a las señoras.

Hago público este caso porque estoy segura que mi papá no va a entrar a mi blog y no ha de enterarse de esto, pues este bien querido señor, me acompaña día tras día hasta donde tengo que tomar los carros públicos para que a su niña no le vaya a pasar algo malo. Imagínense si se entera.

Esto que estuvo a punto de pasarme hoy es otra razón por la cual le debo perder el miedo al tránsito de Sto. Dgo. y poner en mi cabeza "comprar un carro" para ver si dejo de ser Una "Piiiiii" peatona.

Cuídense mucho amigos, los quiero.

2 comentarios:

Sandra dijo...

Angela, me alegro que a pesar de ese sustito, las cosas no pasaran a mayores. Y ni te atreva a decirle al Don, porque estoy segura que es capaz de acompañarte no a la parada, sino hasta la puerta del trabajo.

Angela Guichardo dijo...

gracias mana, no le hice el comentario a mi padre para que no se preocupe.

Sandra, nuestro primo me dejó un mensaje en el post que escribí de él, chequéalo.

Besos!!