Mita:

A 22 años de tu partida, tu imborrable recuerdo de madre, mujer, hija, amiga y compañera, sigue siendo nuestra guía e inspiración para ser cada vez mejores seres humanos.

Gracias por todo lo que nos diste y por lo mucho que todavía recibimos de ti desde dondequiera que estés.

Te seguimos recordando como si nunca te hubieran desprendido de nuestro nido, como si en cada paso que damos nos fueras dirigiendo. Seguimos atesorando tus enseñanzas y aprendiendo cada cual a su manera de la fortaleza que asumiste en tu tiempo de pena.

Gracias por cuidarme madre querida, por no desampararme. Gracias por el símbolo de amor y protección que me dejaste, y que me acompañará toda la vida.

Sigue descansando en la paz que para el cielo ganaste y ve arrullando mi espacio para cuando vaya a visitarte.

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*Mita = a Mamita