01 octubre, 2008

Quien tiene la razón?

Mis hijos, en especial el menor, Erick (de trece años) cuyo carácter y personalidad supera su edad, suele “acusarnos” a mi, a su padre y toda mi familia de ser sobre protectores con ellos y de que vivimos esquizofrénicamente temiendo a que algo les suceda cuando solicitan un permiso para salir a la casa de un amigo a hacer las tareas, socializar por los alrededores o a ciertas actividades que involucren piscinas, playas, etc.

De pequeña pasé por lo mismo, hubo muchos permisos frustrados y paseos escolares en los que ellos no estaban de acuerdo por lo cual no pude asistir por la inseguridad que podían representar. Hoy en día el problema consiste además en que la delincuencia, la propagación de las drogas y la violencia que vivimos en nuestro entorno no se limita una edad determinada para ser vilmente atacada. Desafortunadamente todos clasificamos para ser victimas potenciales de los antisociales.

Nuestros niños y adolescentes están muy expuestos a diversos riesgos, drogas, alcohol, invitaciones malévolas, acosos, abusos sexuales, depravación, etc. No significa esto que en mi tiempo no existiera, pero era mucho menos. Por mas maduros e independientes que sean no están cien por ciento conscientes del grave peligro que les acecha, especialmente a su edad en la cual los padres tratamos de inculcarles valores morales e integridad que les permitan enfrentar esas situaciones y aprender a decir “ NO” cuando lo amerite y saber diferenciar el abismo que hay entre lo correcto y lo incorrecto.

No soy una madre súper protectora como me ha calificado mi heredero, por el contrario los he criado independientes, pero hoy las condiciones exigen mantener a los hijos alertas a los tiempos que viven, a los amigos con quienes se juntan, me preocupo que estén libre de vicios y no servirlos en bandeja de plata a las distorsiones de la sociedad, que crezcan con desprendimiento a lo material y que la corrupción y la deshonra no sea opción para ellos.

Lo que sean y como sean nuestros hijos mañana, será la referencia del tipo de padres que fuimos. No se trata de enjaularlos, eso es incoherente, pero sí cuidemos nuestro tesoro, los hijos que levantamos con esperanza y amor. Sintámonos héroes y heroínas por tener hijos sanos y obedientes. Demos gracias a Dios y pidámosle sabiduría porque solo así podremos burlar estas contrariedades, entonces al final mis hijos y sus hijos sabrán al final quienes teníamos la razón.

4 comentarios:

Noumi dijo...

oh, pero si quede entre los 20 mas votados....gracias por poner esa informacion aqui :]
Saludos!!

Guido Gil Buonpensiere dijo...

Eso me recuerda una conversacion cibernetica de anoche!

Lo mejor de todo es que solo apreciamos el cuidado extra de nuestros padres cuando estamos mayores y calzamos sus zapatos.


Guido

O.Espinal dijo...

Eso mismo pensaba yo cuando pequeño, y quizas porque no tengo hijos me siento inclinado al pensar de tu hijo; pero los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

¡Cuánta razón tienes!, Angie.

Nuestro hijo mayor acabe de cumplir 23 años, pero todavía nos preocupamos tanto por él que nos convertimos en sobreprotectores, pero como tú lo dices:

¡Los peligros acechan..!

Tambiém quisiera invitarte a que visites ALKAID, que es una página muy interesante para debatir en foros sobre diferentes temas. El logotipo y enlace están en mi blog.

Saludos.