16 enero, 2009

Acoso Escolar...

No sé ustedes, pero durante mi niñez fui víctima de este mal, por supuesto nada traumático ni que dejara huellas fatales ni irremediables sino mas que el vago recuerdo de esos personajes que por una etapa de mi vida quisieron consciente o inconscientemente "fuñir" mi paciencia...

En mi tiempo de pequeña, los padres prestaban mayor atención al cuidado de las niñas y hasta cierto punto era válido debido a que los riesgos "supuestamente" eran mas altos entre nosotras, por lo tanto los niños quedaban menos protegidos, pero sabemos que igual corrían la misma suerte aunque en menor número estadístico.

Existen diferentes tipos de acoso, advierto que no pretendo entrar a temas delicados y profundos en los cuales se necesitaría la intervención de un experto o leerme varios capítulos para edificarlos y tratar estos a la altura que merecen. Simplemente quiero recordar el acoso escolar que me mortificó en unas pocas ocasiones.

En la escuela fui objeto de persecución por parte de una compañera de curso. Se llamaba Estela...solo recuerdo de ella su tez oscura, sus canillotas largas, sus ojos saltones y los tres moños en su cabeza ahorcados por una cinta de seda cada uno.

Estela se empeñaba en difundir en el recinto que José María y yo éramos novios, y fueron varias veces que lo escribió en las puertas de los baños con su mala ortografía y su horrible caligrafía.

Nunca supe si ella estaba enamorada de mi compañerito y jamás se me ocurrió pensar que podía por alguna razón sentir envidia de mi, no tenía porqué, pero fue un alivio para mi saber que era mi último año en ese centro porque ya estaría en otro justo frente a mi casa, es decir, estaría "a salvo".

En mi nueva escuela ya cursando el 5to. grado, un niño larguirucho, medio rubio por parte. Me explico; tenía unos mechones que parecía haberlos logrado con agua oxigenada, de esa que sirve para decolorar el pelo...

Este chico no me dejaba en paz, donde quiera que me veía se burlaba de mi y mis pecas... Antes me enojaba cuando me gritaba delante de todo el mundo que yo parecía un "Galletita con Anís" o que En mi casa habían estado pintando y que las chispitas de pintura me habían caído en la cara... jajajaja

Hoy al recordarlo me río indeteniblemente de sus ocurrencias y creatividad, pero en el pasado vivía miedosa y escurridita para no encontrarme con semejante personaje tan desagradable, pues me hacía el día miserable y al igual que mi victimaria Estela no se si este chico sentía algo especial por mi o si en verdad le molestaban tanto mis pecas...

Una vez asistió a la escuela con un yeso puesto en uno de sus brazos y le pregunté si se lo había fracturado tratando de teñirse el pelo...jajaja, No se si sirvió de algo mi intento para molestarlo y hasta ofenderlo, pero al final de año, recuerdo que lo cambiaron de escuela y me dio una pena tremenda cuando nos despedimos.

3 comentarios:

Ángel Antonio dijo...

Yo estuve en ambos bandos: Acosé y fui acosado, en fin mi experiencia en la escuela fue bastante divertida, jeje.

El truco es que aunque estes echando chispas por dentro nunca demuestre el enojo porque ahi es que el acosador se activa para seguir atacando, jejeje.

Saludos.

***
http://almarosa.ws

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angie...

¿A quién no le ha pasado lo mismo?

Yo era muy chiquito y delgado en comparación con mis compañeros, entonces me molestaban y trataban de huillarme.

Todo pasó cuando crecí un poquito y me enfrenté a sus amenazas; aún somos buenos amigos.

Un abrazo.

Sandra dijo...

Angie se piensa que es la única que ha tenido ese tipo de percances en la vida :P

My sis, no se me kille, que tú sabes que yo no puedo estar sin fuñirte un chin!

Yo al igual que Tmac, de acosada, a acosadora, mis historias no cabe en este blog, pero si que me río con ganas con las cosas que te ocurrieron a ti en tu infancia..jejeje

Sis! love u! y llamame, que necesito preguntarte algo