Hasta esta paz me inquieta! como si no la mereciera.
Siento que navego en aguas quietas
Mientras la brisa la cara me golpea.
Se mecen mis sueños en tus olas traviesas
La sal de tu encanto apacigua mi espacio...
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Intenté hacer un poema de todo lo que siento y pienso, pero cuando se tiene tanto que decir se hace casi imposible para una inexperta encasillarlo todo en un simple verso.
Ayer escuché a alguien llorar y me hizo recordar las muchas veces que he estado en su lugar. Pude además comparar mi pasado con el presente y para mi fortuna me doy cuenta que ahora estoy muy bien.
Tal vez era justo lo que pedía para mí, un poco de tranquilidad y madurez, olvidando este infierno que muchas veces la vida se convierte, sin justicia de la gente.
Voy a merced del viento, suave, lenta y en armonía. Disfrutando cada minuto que navego, viviendo a plenitud cada lugar que mi brújula me lleva.
Nunca antes estuve tan bien, Dios me proteja y bendiga mis días. Aun si mañana se empañara mi sol, él me acompañaría porque cada lección por dura o por vana algo nos enseña.
Gracias Señor!
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