29 octubre, 2008

Mis Tropiezos de Belleza...

A mi hermana Josefina y a mi parece que durante la repartición de cabellos nos pusieron varias veces en la misma fila, pero en realidad todo se debe a que gracias a los genes de nuestra madre tenemos una abundante cabellera que aunque es una bendición, algunas veces puede convertirse en un dolor de cabeza..

Cuando rondaba los quince algunas amigas me solicitaban para que les sirviera de modelo en sus cursos de belleza, eso implicaba corte, tinte y peinado lo cual para mi no era motivo de preocupación cualquier cosa (a excepción de los tintes) que practicaran conmigo porque para ese entonces no valoraba tanto mi pelo y mi teoría era que éste al fin y al cabo volvería a crecer.

Experimenté varios estilos de cortes cuyos resultados a veces eran desde parecer un “Machito” hasta una “Gallina Japonesa”. Imagínese a mediados de esos años 80, una moda tan característica hoy día con aquellas moñas.

Llegó el boom de los Cellophanes que consistía en una especie de baño de color que al final dejaba un reflejo del mismo en el cabello. Esto no era barato, mucho menos si no producías dinero. Así que las mujeres como siempre buscábamos opciones que al final nos llevaban “casi” al “mismo” resultado.

Me dijeron que con unos sobrecitos de preparar jugo (Cool Aid) se lograba algo muy parecido al efecto del Cellophane y arriesgada al fin compré varios de sabor de uva y tal cual se hace un jugo en casa pero mas espeso procedí a untármelo sin dejar un solo pelo sin cubrir, como tenía que dejar pasar un buen rato para que funcionara, decidí irme para la iglesia con los moños asi mojados y mi “tinte” puesto.

Al final, la expectativa del invento no logró gran impacto pero si a la mañana siguiente si me colocaba al Sol se veía cierta tonalidad del color uva que tanto deseaba. Esta es una de las experiencias mas “Sweet” que tengo por contar, pero en otra ocasión cuando ya trabajaba, dicho sea de paso en la base naval de la marina de guerra, mi primer trabajito a los 19 años.

Inventé con comprarme un tinte rubio claro cobrizo, que se yo! Y qué sabía yo el tono que el final quedaría en mi base oscura! Imaginé que el cambio no sería tan drástico y que luego tendría que ponerme otro para lograr el mismo color del pelo de la chica de la envoltura del químico.

Puse unas amigas a aplicarme la mezcla y luego insistí en que me la dejaran por más tiempo para que surtiera efecto el producto, claro yo no tenía ninguna preparación de Estilismo para tomar una decisión como esa, pero si he sido muy terca y eso ya es suficiente como para meterme en problemas.

Señores, el resultado fue tan excesivo que no quería salir a la calle. Habia quedado rubia muñeca de esas con ojos azules que cuando la balancean gritan! Dios! que iba a hacer para volver a mi casa? Ya era tarde en la noche, pero pensaba al otro día en la mañana y el tener que enfrentarme a la reacción y comentarios de la gente del trabajo? Oh my God que vaina! Que horror y sin cuartos para comprar un tinte negro para volver a mi imagen anterior!

Nada, al otro día para ir a trabajar puse mi mente como que me había “encantado” mi nuevo color, se me hacían unos rizos preciosos, brillantes y rubios MUY rubios! Guaay! Llegué y todos me miraron con cara de asombro, yo por dentro temblaba y ponía cara de “todo bajo control y satisfacción por el resultado”. Los fatales mentirosos me complacían al decirme que me veía bien y yo les juraba que les creía y que estaba contenta con mi nuevo look. No se porqué, pero no quería mostrar ni un grado de debilidad, aunque ya para finalizar el día hasta yo me estaba creyendo que me quedaba bonito.

No fue sino hasta en mi regreso a casa después del trabajo que por desgracia o por bien me monté en una guagua y me tocó ir en el centro, parada y bien sujetada de un tubo para no salir disparada por una ventana como es muy común en los transportes públicos. De pronto y sin querer me enfrenté al mas cruel de todos, al que no miente y que no distingue por clase, raza o color, al mas honesto con todo ser creído de sentirse joven y bello, EL ESPEJO!

De repente me tropecé y miré sin querer el espejo retrovisor del vehículo y vi en él una Malvá rubia! Yo no podía creer que esa era yo! Ni yo misma me reconocí y volví a mirar… Oh my God! (de nuevo) y que es lo que yo parezco?? Dios mío nadie durante todo el día me había sido tan sincero como ese objeto despiadado.

Cuando yo descubrí esa cara pálida y esos cabellos amarillos pollito-chicken me quería morir señores! A parte de la blusa roja que había elegido para ir al trabajo, parecía la “mujer de fuego”, una Llama encendía o una Hoguera entre todos los pasajeros.

Lastimosamente esta no ha sido la única mala experiencia en mi cabeza y que esta entrada muy bien podría terminar condicionada a…”Esta Historia Continuará…”

6 comentarios:

Guido Gil Buonpensiere dijo...

Sabes lo que es una rubia tenido de negro???

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

jajajajaja

Por casualidad no conservas fotos por ahi???

Mil muas....

Guido

Angela Guichardo dijo...

Guido querido, gracias a Dios que no tengo fotos de esa rubiada.

Pero quedé muy parecida al dibujo que hice para esta entrada.
saludos!!

Darío Martínez Batlle dijo...

Yo de verdad que casi memié de la risa leyendo este post tuyo. Tú tienes una facilidad increíble para hacerme reír con tus historias.

jajajajaja

Angela Guichardo dijo...

Ay Mamer, no hagas eso porque después quien los va a secar?

Gracias Laigo!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angie...

Gracias por tu apoyo.

Menos mal que los tropiezos ya son historia, ahora estás muy bien, a juzgar por las fotografías que admiro en tu blog.

Un abrazo.

~*~* Roxx ~*~*~ dijo...

Angiee , y no habrá una foto asi por ahi en el baul ???

Mira... y cuanto duraste con ese rubio muñeca??? lol-

Yo nunca me he dado color en mi pelo , a mi me gusta mucho el que tengo . Eso si , tengo mil personas detras atacandome para que me de color diferente , pero yo no puedo con esa agonia de estar pendiente del color.

Que risa :) Esperamos la continuación.

Abrazo !