05 marzo, 2009

Recogiendo los frutos...

La foto es de una Guayaba que maduró en una plantita de este fruto cuyas semillas planté en mi pequeño patio hace ya varios meses.

Estuve tan emocionada al degustarla porque a pesar de todas las veces que se vio amenazada por la tentación de los niños que entran a mi patio para buscar una que otra pelota que pierden por ahí, ésta se mantuvo escondida entre las verdes hojas del árbol, para mi suerte.

Y pensar que mi acción ingenua de sembrar aunque con pocas esperanzas de cultivar, es tan similar a nuestro paso por la vida. La misma que aramos a diario, regando semillas, procurando que cada una sea afortunada de caer en tierra buena para verlas florecer y coronar el sudor de nuestro esfuerzo.

La misma vida que si mal siembras, el sol procurará tus lágrimas y por las noches se secarán en la almohada. Si mal actué, solo agonía cosecharé y como rabiza que nadie quiere serán mis frutos y con los puercos se pudrirán junto conmigo en la mentira y en la fucking vaina que es la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que excelente metáfora de la vida. Hay un pensamiento que reza: Afecto y efecto. La vida es un boomerang.

un abrazo-

Sandra dijo...

No hay néctar más delicioso, apetecible y saciable como es la vida, si bien necesitas recoger lo que has cosechado en buenas obras.

Por cierto, y mi chin de guayaba? voy pa´tu casa!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Mujer...

Que cada día de tu vida traiga:

La sonrisa de un amigo, mucho amor,
una esperanza fresca cada mañana,
el recuerdo de un momento inolvidable, un futuro lleno de esperanzas e ilusiones y la posibilidad de que tus sueños se hagan realidad.

Con amor:

Rafael Humberto.