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El pasado sábado 15 de Mayo se celebró a nivel mundial el maratón de dibujo (SketchCrawl) número 27 y gracias a la iniciativa de mi querida amiga y talentosa artista Orling Domínguez por primera vez en nuestro país este acontecimiento no pasó desapercibido y muchos apasionados de las artes, específicamente del dibujo se congregaron para apoyar la invitación que ella extendiera a través de diferentes medios de comunicación y redes sociales en línea.
Dibujando RD, un grupo en Facebook que encabeza Orling, convocó el inicio del maratón a partir de las 9:30 de la mañana en el Parque Colón al lado de nuestra Catedral Primada de America. La magia que desprende la pasión por las artes se hizo notar en el gran número de participantes, desde instituciones infantiles, familias, jóvenes y adultos de distintas clases sociales, zonas del país y dedicados a diversas actividades, pero con una gran influencia en común: la vena artística que los une.
El grupo de artistas desafió la lluvia que desde antes del fin de semana había amenazado el desarrollo exitoso de la actividad. Recibieron de nuestro Padre Creador un espectacular día que aunque por momentos alguna nube dejaba sentir gotas de agua bendita, luego fueron testigos de un sol radiante que permitió que todo se llevara a cabo tal y como se había programado.
Allí tuve el grato placer de conocer a los presentes y a otros que llegaron ya casi al término de la actividad, no obstante aprovechamos los minutos restantes para intercambiar reacciones y admirar cada una de las obras que fueron plasmando en sus libretas de dibujo a lo largo del día.
Orling, ya ha anunciado que Dibujando RD se propone emular en nuestro país la tradición del maratón que se realiza desde hace unos años a nivel internacional y nos ha prometido informar nuevas fechas en la que dará apertura a próximos mini maratones que tendrán lugar en distintas locaciones y ciudades del país con el fin de incentivar y motivar tanto la creatividad como la integración de la familia, instituciones ligadas a la infancia y público general.
Cuando estaba embarazada de Daniel y Erick en sus respectivos tiempos, cada vez que me montaba en el carro que compartíamos Pablo y yo para ese entonces, el único cassette que él insistía en sonar era el Soda Stereo.
Después que mi familia se mudó a la capital, mi sueño cada año era volver al campo para pasar las vacaciones escolares allá en compañía de mis mejores amigas que en verdad eran como mis primas y sus padres como mis tíos.
Hoy, cuando me enteré de que Diario Libre estaba de aniversario, rápidamente me vino a la cabeza que hace mucho quería tomar una serie de fotografías en todos los lugares donde se pueden ver hoy día la gente leyendo precisamente este periódico. 

Para comenzar, el sábado casi cuando me preparaba para arreglar algunas cositas en casa recibí la visita de María Victoria la hermanita menor de mis hijos. Esa niña adorada que quiero tanto y que ilumina nuestra casa cuando la llena con su mágica presencia. María es una reina con la cual Dios bendijo el hogar de Pablo y Julia.
Esta vez era mucho más especial porque contaría con la presencia de su hija Lía y sus nietos Ian y Jeshua quienes vinieron desde Santiago para pasar el fin de semana con nosotros.
Conté como siempre con el apoyo de mi querida amiga Lissette Soriano, compañera de canes y actividades sociales, excelente amiga y hermana. Allí también presentes, Darío Martínez, Alexéis Tellerías, Gittih y unas butacas más abajo mi apreciado jefe Gustavo Oliva y en estado de buena esperanza, su bella esposa.
Este fue un espectáculo sencillo, pero muy bien animado por varios cantantes que interpretaron los merengues del recientemente desaparecido cantautor.