18 diciembre, 2007

Para Ana...

Eran eso de las 3:00am cuando el ruido de algo que parecía andar en el patio me despertó, encendía algunas luces, di unas vueltas en la casa para advertirle al que estaba fuera que había alguien despierto y que en el mas mínimo movimiento…Zas! me moría del miedo, claro eso no lo sabía el sujeto…que para mi suerte se trataba de un perro…

Traté de recuperar de vuelta mi sueño, cerré los ojos para pensar en lo rica que se pone la cama en esta fecha del año, sin ruido de abanicos y sin el calor imperante de nuestro clima.

También di varias vueltas en la cama y entre una y otra paré haciendo un repaso de las cosas que me esperaban la mañana que en pocas horas afloraba y… pensé en ti, en que este sería uno de tus grandes días y pensé en el ayer que pareciera tan cercano, cuando te esperábamos ansiosos y te vimos nacer. Mi madre presentía en su lecho de muerte lo especial que serías, pues te esperó paciente y el coma que vivía lo superó para verte y acurrucarte en sus brazos antes de su partida.

Entre vestiditos, zapatitos y sombreros te vimos crecer. En cada rizo de tu negra cabellera hilamos los sueños que hoy nos despiertan para decirnos que no nos equivocamos, que has sido un regalo maravilloso para nuestras vidas.

Traté de recordar cada detalle de tu crecimiento, tu carita, tus piernitas hasta una mini falda de jeans que usabas y llevabas con tanta gracia. El lazo de amor y de unión que tejiste con tu madre, fue sin dudas una marca en tu vida de quien emulaste su ejemplo y que a tus cortos años te inculcara tantos valores, madurez y confianza en ti misma.

Desde siempre, aun en tu inocencia fuiste nuestro ejemplo de sabiduría, determinación (Ej. “Si mi van todos! Si mi van todos!”) fuerza y carácter.

La responsabilidad con que has asumido tus retos, dedicándole el esfuerzo y el tiempo que merecían. Tu liderazgo, tu dulzura, tu bondad, tu sinceridad son tu carta de presentación y lo regalas a cada persona que tienes cerca.

Hoy quiero decirte que nos sentimos muy orgullosos de ti, de todas las cosas maravillosas que has logrado, de tu forma de ser, de cómo has asumido responsabilidades y has sabido encararlas y salir adelante. Aun si te viéramos fallar porque de seres de esta tierra lo es, ahí estaremos para apoyarte y para amarte.

Felicidades en tu graduación, ese paso tan importante y difícil que has alcanzado. Llegaste a una de las metas de la vida con gallardía y éxito. Te queremos y deseamos toda la felicidad que mereces, por ser una excelente hija, excelente sobrina, nieta, novia, amiga, estudiante, pero por sobretodo por ser un excelente ser humano.

Muchos éxitos, Ana. Que Dios te bendiga Licenciada!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como tengo el gran placer de conocer a Ana Cristina,una gran mujer,desde aquí le deseo todo lo mejor,espero que le haya salido todo bien.
Besos y abrazos para las dos.
Beni.