Siempre he percibido un aire de frustración y de inseguridad cuando observo la conducta de algunas personalidades que son ídolos para millones de admiradores.
Uno de esos casos, entre otros se lo atribuyo por ejemplo al cantante mexicano Luis Miguel. Aunque suene un poco tonto decirlo, he sentido en ocasiones lástima por él, pues muy a pesar de toda la fama y el dinero que ha acumulado gracias a su inagotable talento, ha llevado desde muy temprano un día a día agobiado trantado de librarse y esconder de la prensa amarillista las miserias emocionales que probablemente ha tenido que enfrentar y que libera en su comportamiento arisco y sus incontables relaciones sentimentales.
Otro caso que a mi de manera particular me llama la atención es el de Alex Rodríguez. Años atrás, como fanática me sentí indignada y hasta me “killé” con él cuando para una serie mundial dijo ser norteamericano (cosa que es cierta) y que luego de entretenernos con dudas sobre su decisión de jugar o no para Rep. Dom. en la primera celebración del clásico mundial de béisbol finalmente optara por el equipo de estados unidos, opción que por derecho le corresponde por tener la doble nacionalidad, pero en ese momento no lo vi de ese modo y por lo tanto lo crucifiqué y hasta llegué a expresar con enojo que solo nos mencionaba (a los dominicanos) cuando le convenía.
Esas decisiones de Alex provocaron muchos disgustos en la fanaticada y mucho mas porque lo vemos con mas sangre tricolor que de rayas y estrellas, aunque para ser justos debemos reconocer que lo que hoy este muchacho es, no se lo dio la república dominicana del todo, como el caso de muchos otros (léase en su tiempo Félix Sánchez), pues los entrenamientos, la educación, el entorno, el Cornflakes y los alimentos de calidad que necesitó, no los ingirió aquí sino allá, por mas dominicana que sea su madre Lourdes y por mas dominicano que sea su desconocido padre, Alex le debe mas a ellos que a nosotros quienes nos sentimos en el derecho de reclamarlo.
Si algo nos corresponde de él es la pasión que le inyectamos los locales al juego, el talento innato que hace sus pininos en los niños con un guante de cartón de leche y con pelotas de cascos de muñecas y calcetines rellenos de papel periódico.
Tal vez hoy que Alex atraviesa un momento difícil en su carrera y aunque aunque suene paradójico ni siquiera el rompimiento de su matrimonio, ni si fue o no un hijo reconocido por su padre ha creado una noticia tan alarmante como la de hoy cuando admite el uso de los llamados “esteroides” en una época en que según los expertos del béisbol aseguran que muchos otros lo hacían porque éstos no estaban prohibidos ni regulados por la MLB.
Comencé a ser fanática de A-Rod NO al ver la gran cantidad de premios y los jugosos contratos que había logrado, preferí admirarlo por su tenacidad y su fuerza de voluntad para levantarse y destacarse ante las presiones de muchos.
cuando me di cuenta que a este muchacho casi todo le mundo ‘le tiraba”, entendí que no era el malo de la película sino a ver como la gente muchas veces se empeña en atacar a los buenos, a los fajadores, a los que se destacan sin tener en cuenta los sacrificios y las exigentes disciplinas que estos han superado para llegar hasta donde están. Recapacité de que no debía ser una mas de los tantos que las frustraciones la disponen a empañar los logros de los victoriosos.
Lo admiré desde que lo veía interponerse con garras frente a miles de fanáticos devoradores (en ocasiones) en un estadio como el de los Yankees vociferándole irrespetos, provocándole comparaciones y rivalidad con otros compañeros de equipo (ejemplo Derek Jeter) para ejercer presión al jugador mejor pagado de la historia, al que con su ingreso a los Yankees cedió su posición original y comenzó a adaptarse y aprender una tercera base que parecía ridiculizarlo cuando recibió en principio un pelotazo en la cara, pero que con el tiempo logró doblegar gracias a su capacidad en el terreno.
No justifico la acción de Alex en cuanto al uso de sustancias, pero más que por lo de ilegal es por el daño físico, mental y emocional que pudiera provocarle en el futuro. Gracias a Dios tal y como el confiesa, fue una época quedada en el pasado, en las edades de juventud cuando queremos arrodillar al mundo ante nosotros, guiados por malas decisiones, por la inmadurez y el desconocimiento del verdadero propósito de nuestras vidas.
Esta es una interesante etapa en la vida profesional y personal de Alex Rodríguez, creo que ese reportaje traerá consigo una de las mejores lecciones que como ser humano me parece él necesitaba aprender. Estoy segura que esto marcará un antes y un después en su vida y en la carrera de A-Rod y que los beneficios serán mucho mejores que los actuales juicios de la gente, rumores e injustos asteriscos en sus números que muchos interesados quisieran ver.
Será una grandiosa oportunidad para identificar con claridad de donde se siente ser, de las raíces profundas e innegables que lo unen a esta pequeña isla. Que nunca le dará la espalda. No se trata de quien lo defienda mas, ni de quien lo justifique más, pero lo cierto es que la actitud de enfrentar la verdad con valor y madurez y hacer la gran diferencia entre los demás de haberlo admitido y evitar la deshonrosa actitud de levantar su mano derecha frente a un estrado jurando: "No, no los usé", Tal y como lo han hecho otros. Su actual decisión es digna de admirarse, sin dudas la mejor salida de un camino pedregoso.
A la larga serán mas perjudicados los que callaron el reporte de los 104 en el 2003 y posterior a eso. Serán mas juzgados los profesionales de la tinta cuyo deseo voraz de destruirlo resaltaron solo su nombre justo ahora que lejos de toda influencia americana ha decidido representarnos en el clásico mundial de béisbol.
Estoy contigo Alex!
1 comentario:
Execelente post, sin desperdicios!!!
Saludos amiga.
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http://angelantonio.ws
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