13 junio, 2009

Creer o no creer...


El pasado jueves, día en que celebrábamos el Corpus Christy en mi ciudad natal Monte de la Jagua de la provincia Espaillat (Moca), corrió la noticia de que una “imagen” había aparecido en una mata de Plátanos.

Obviamente, el rumor se extendió por todo el pueblo y la reacción de curiosos, fieles religiosos y hasta la prensa local no se hizo esperar. Tan pronto se enteraban de la novedad de aquel jueves de asueto hicieron acto de presencia en la casa de nuestro vecino donde se efectuaba el acontecimiento.

Mi familia y yo nos enteramos a través de mi hermano quien nos comunicó lo del hallazgo, pero no fue sino hasta hoy cuando conversaba con mi compueblano y amigo cibernético Richard Núñez quien me dio mas detalles y me proporcionó la foto que tomó con un celular y que pueden ver al tope de esta entrada.

Efectivamente, las características de los rasgos y líneas formadas en el tallo de la mata figuran un rostro y dos largas ramas secas que cuelgan a ambos lados de la cara simulan un velo que a juicio de los creyentes se les parece al paño santo de la Virgen de la Altagracia.

Según me cuenta Richard, la gente le dio el significado o el valor correspondiente según su fe y/o su opinión dependiendo del grado de escepticismo de cada persona. Lo que si es que muchos fueron presentándose con velones y flores para cortejar a nuestra protectora “La Virgen de la Altagracia” y recibirla con júbilo en el patio del viejo y humilde Agricultor.

Juzgue usted según lo que pueden ver en la foto. Por lo pronto yo me mantengo dudosa ante tal aparición, aunque me hubiera gustado muchísimo estar presente para verla con mis propios ojos.

Hoy en día hay “tantas cosas” que una ya ni sabe si creer o no creer, puesto que estas son historias que se repiten con cierta regularidad en nuestros pueblos y muchas de ellas resultan ser un fiasco o engaño que utilizan algunos pícaros para distraer la atención de la gente.

1 comentario:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angie...

Todo depende de la fe de cada uno, aunque no faltan los avivatos.

Un abrazo.