Ellos son hijos de mi hermano Julio Armando y de su esposa Betty. Vinieron desde Connecticut a pasar unos días de vacaciones en el país. A tomar un poco de sol y a recibir todo el amor de su abuelo, sus tíos y el camión de primos que tienen por aquí.
Les cuento, estos niños son maravillosos y siempre nos han demostrado que a pesar de la distancia y de que no nos vemos con mucha frecuencia, su padre siempre le ha inculcado el amor por la familia.
Eso queda mas que demostrado cada vez que nos damos un abrazo y recibimos ternura, amor y cariño sincero de su parte.
Admiramos mucho su bondad y son un vivo ejemplo de que no existen barreras, ni de distancia ni de idiomas para amar y mantener viva la presencia de la gente que quieres.
Bienvenidos chicos!! Los queremos un paquetón!
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