31 agosto, 2009

Y tu? Para quién trabajas?

Cómo se puede agradar a Dios sin que ello no afecte o involucre al prójimo?

Esta misma pregunta me surgió unos días después de que recibiera de una amiga vía mail un artículo cristiano cuyo mensaje consistía en que trabajaras para agradar a Dios y no a los hombres.

Sugería sutilmente a no tomar mucho en cuenta lo que pensaran los demás si estabas determinado a complacerlo a El.

Si la ley de Dios basa sus principios en el amor a tus semejantes y todavía más comprometedor, nos manda a “Amarlos como a uno mismo”. Como es que puedo complacerlo ignorando a sus hijos, a mis hermanos?

Cómo puedo creer que estoy haciendo lo que a él le hace feliz si pongo por encima de los sentimientos de los demás, una tarea, un trabajo y soy avasallante, prepotente y lastimosa con mi poder?

Que sentirá mi Dios cuando “queriendo agradarlo con mi trabajo” le presento los logros materiales, pero le “escondo” lo humillante que he sido y la dureza que mi corazón ha empleado con los demás para obtenerlo?

A veces escudamos o justificamos nuestros comportamientos y pareceres con ideas o filosofías que los hombres han escrito. Confundiéndonos y haciéndonos pensar que estamos haciendo lo correcto en el nombre de Dios. Grave error!

Para quién en verdad estoy haciendo mi trabajo?

Porque definitivamente, ese que no piensa en los demás, no es el Dios que yo conozco!


,

2 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angie...

Muy cierto y muy importante para nuestras vidas.

Gracias por compartirlo,

Abrazos.

Anónimo dijo...

contundente.

El que ama a su prójimo cumple todos los mandamientos.
porque?
porque no es posible amar al prójimo sin amar a Dios primero, pues el amor viene de Dios.
Por algo se dice de Cristo que "crecia en gracia para con Dios y los hombres", una cosa sin desligar la otra.

excelente tus palabras Angie.

un abrazo.