Generalmente cuando estoy en espera de algo o tengo planificada una tarea por hacer que me causa mucho entusiasmo y es casi inevitable que me cree muchas expectativas con el momento y a veces cuando llega y se realiza, resulta que no fue como yo esperaba o el desarrollo de dicha situación quedó muy por debajo de lo que deseaba vivir con ello.
Ayer fue un día que a pesar de los problemitas de salud causados por el estrés que he estado afrontando últimamente, me pasé toda la mañana muy contenta y me mantuve con el ánimo a mil porque en la tarde estaría sosteniendo una conversación-entrevista con alguien ligado a los deportes, muy querido y respetado.
Con toda y las cosas buenas que pude imaginarme que podrían suceder, el momento esperado llegó y para ese entonces mis dolencias se me habían olvidado y no recuerdo haberme sentido tan bien como en ese instante desde hacia días porque todo fue mejor de lo que yo pretendía gracias a esa persona.
Yo siento que en estos últimos meses me he estado descubriendo y como les comentaba en un articulo anterior a veces nos pasamos el tiempo y no llegamos a saber lo que realmente nos gusta. Tal vez es un poco tarde para “descubrirme” y para darme cuenta de las actividades que realmente disfruto y que si las tuviera como un trabajo las convertiría mas que en una labor, un hobbie.
Es por ello que estoy gozando mi blog, la libertad de expresarme, echar a un lado mi miedo escénico, atreverme a jugar a ser una periodista, respetando por supuesto los profesionales porque no lo soy pero admiro los años de estudio, el valor y el compromiso de la verdad que asumen arriesgando sus vidas y hasta las de sus familias.
1 comentario:
Pero tu "yo" que te descubre... ¿es algo fijo, basado en valores inamovibles?
Su método... ¿es siempre el mismo?
Su objetivo... ¿no es a la vez él en su esencia?
Creo que ante tal paradoja, nos hicimos gregarios y sociales.
Un abrazo.
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