16 agosto, 2009

Viviendo etapas...


En estos día he estado experimentando una etapa que imagino debe ser “normal” en el proceso de crecimiento de los hijos, y que como madre he tenido que auto aplicarme ciertas terapias para no morir de desconsuelo. (jajaja)

Daniel y Erick están creciendo. Crecen con tanta rapidez que casi no me doy cuenta que poco a poco se han convertido en dos jóvenes que a no ser por los valores fundamentales que les hemos transmitido a través de su educación, nuestra relación no ha sido para nada traumática ni frustrante en nuestra convivencia durante la muy temida adolescencia.

No me han dado “dolores de cabeza”, son chicos domables y gracias a Dios buenos estudiantes, deportistas dinámicos y fáciles para las relaciones amistosas.

Como todos los padres que aman y procuran lo mejor para sus hijos, me preocupo por la clase de amigos que tienen, por lo menos los que están a mi alrededor, su padre se encarga de los que están cercanos a su casa, y compartimos esa responsabilidad haciendo lo mejor posible para que ningún extraño desvíe a nuestros chicos de sus objetivos y mal influyan en la formación que tanto esfuerzo no ha costado en medio de una sociedad tan tormentosa, para no entrar en detalles.

En esto consiste mi “trauma” con el cual inicié este tema. Estoy viviendo el tiempo en que los padres nos sentimos un poco “desplazados” por los amigos, y cada vez nuestros jóvenes quieren pasar menos tiempo con uno porque siempre tienen una actividad que no precisamente cuentan con nuestra presencia. Con frecuencia están ahorrando dinero para salir a comer pizzas o para ir al cine con sus panas.

Tengo una sensación de negación al desprendimiento que al mismo tiempo me aconseja que sea más práctica al tratar de entenderlo. Mi instinto me indica que es más saludable enfrentarlo con cierta frialdad y mucha inteligencia para no provocar resentimientos que afecten nuestra confianza.

Quizás sea el tiempo en poner a prueba nuestras enseñanzas y no existe una salida en que no tengan que escuchar de mi parte un “discurso” reiterando una y otra vez: “Pórtate bien”, “Ten cuidado”, “Ven temprano”, “No te metas en problemas”, “No te dejes llevar por el can”, “Acuérdate de todo lo que hemos hablado”, etc, etc, etc.

Tendrá un toque de comedia leyéndolo aquí, pero para ellos es un “castigo” tener que escucharlo siempre porque creen sabérselas todas, aun así prefiero ser un poco necia a tener que lamentarme después por no haber asumido el papel que me correspondía en el momento que tenía que hacerlo.

Los permisos no son regalados en mi casa, hay que ganarlos. Aunque en su interior se sientan “grandes”, estoy para recordarles que apenas tienen catorce y dieciséis. Por más madurez que muestren, he vivido muchas cosas antes que ellos y aunque tendrán que tropezar y levantarse solos en algunas circunstancias de sus vidas, los padres debemos avisar el peligro y las consecuencias que trae consigo un acto de desobediencia.

Amo profundamente a mis dos tesoros, agradezco a Dios todos los días por tan maravilloso “préstamo”, por darle sentido a mi existencia desde que me hizo llamar madre. Quiero hacer un buen papel para él y para ellos, levantándolos como hace dieciséis años con dignidad y amor, pero amor del que permite volar y dejar ser.

Ojalá así lo perciban ellos y al final resuman mi labor en un simple sí, fue una excelente madre!

4 comentarios:

AnaCrisss dijo...

Esa si que es una madre por excelencia, una persona con valoress y que le inculca lo mejor de lo mejor a esos jovenes, ahora sii, tienes que dejar la frustacion pues esta etapa de la adolescencia es maravillosa y es algo que cada ser humano debe vivir y explotar al maximo, tu tienes que inscribirte en un curso de macrame para que no extrañes la prescencia de tus amados hijosss...jajaja
Besitosss y no olvides que te quiero con todo mi corazon.
AnaCrissss!!!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angie...

Aunque nuestros hijos se crezcan, siempre estaremos al pendiente de ellos y nos preocupamos cuando salen de casa. Sólo nos queda confiar en que nuestras enseñanzas den buenos frutos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un letrero en una iglesia decía:
"Hoy se unen en matrimonio el Sr.X y la Sra.X,; es el fin de una amistad que existió desde la adolescencia".

...que curioso no? el matrimonio "es el fin de una amistad"?? Yo no creo que eso sea correcto.

Los esposos deben ser amigos. Pienso lo mismo de los padres y los hijos. Los jóvenes deben ver en sus padres a amigos que desean lo mejor para ellos.

un abrazo Angie.

~*~* Roxx ~*~*~ dijo...

Angie ! Hola !! Cuanto time que no pasaba por aqui !!

Espero que estes bien.

Y mira..siempre da gracias a DIOS por tus hijos, hacen la diferencia entre tanta juventud desenfocada !! Claro.. merito para ti tambien !

Un abrazo !!