Mi fin de semana...

El pasado fin de semana fue un reto mas a mi resistencia, luego del día agotador que pasé en Guavaberry en un entrenamiento que la verdad dejó mucho que desear, el imperante sol y el esfuerzo físico empleado en las actividades del mismo me dejaron a cero milla.

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Con todo y eso, el siguiente día o sea el sábado me levanté temprano y me fui a trabajar hasta las 3pm. Cuando llegué a la casa me informaron que habían llegado algunos de mis familiares desde Santiago y Moca. Justo cuando me dirigía hacia la casa de mi hermana, ellos llegaron a la de mi padre y ahí me quedé el resto de la tarde.

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Como siempre mi familia que es lo bastante extensa como para que de la nada surja una ronda para compartir un rato sano y agradable. Yo tenía la angustia de que no tenía mucha agua en el tinaco y que la entradera y salidera de ellos me estaba dejando la casa toda un desastre, pero aun asi valía la pena el sacrificio.

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Como era de esperarse, al día siguiente me tocó fajarme a limpiar la casa porque la persona que viene los domingos a ayudarme no llegó y me tocó a mí emprender las riendas. Para mi mala suerte, tuve que utilizar sin proponérmelo toda el agua que tenía disponible. Últimamente la escasez de este importantísimo líquido está afectando muchos sectores del país.

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Me quedé sin agua señores! ni una gota!, imagínense lo incómodo que es esto! Después de terminar mi faena, decidí irme a casa de mi hermano que vive cerca para darme un rico baño con abundante agua que gracias a Dios nunca le falta.

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Justo cuando me decidía a salir comenzó a llover, pero fue casi una tormenta! que paradoja de la vida! Yo sin un chin de agua y Dios se desbordó desde el cielo. Aproveché el "regalito" y puse a llenar unas cubetas para "por si acaso" y en efecto, de un caño que cae del techo de mi casa aprovechamos el agua limpia y con eso me di un tremendo baño con agua de lluvia, que como siempre es fría y refrescante.

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Parece una tontería, pero como decía Albert Einstein: "Dios está en los detalles", El tuvo ese detallito conmigo y me proveyó con lo que necesitaba justo en el momento preciso.

Gracias papacito!