Hace varios días sentía la necesidad de escribir algún artículo sobre el servicio y hoy mientras hurgaba en un viejo Larousse tratando de aprender algo nuevo de él me encontré con una hoja desprendida de una agenda que alguien olvidó allí.
Cuando leí el mensaje de la página, volví a recordar mis anteriores instintos de referirme al don maravilloso que es el servir pues coincidencialmente de esto se trataba lo que acababa de descubrir, de un escrito de Gabriela Mistral, “Placer de servir”.
Como ser humano, como cliente, como consumidora, usuaria o como le quieran llamar, me he sentido muchas veces ignorada, maltratada e insatisfecha con el servicio que ofrecen no solo las empresas, no solo los empleados de esas empresas sino hasta con la misma gente que día a día nos tropezamos en las calles, en las tiendas, en la oficina.
El placer o el deseo de servir es menos común cada vez más, nos interesa vender y cobrar más no dar seguimiento a que todo vaya bien con el cliente y lo adquirido. Si vamos a una tienda y desdoblamos la ropa para ver que tal se ve, el vendedor nos mira haciéndonos sentir culpables de desarreglar lo que ellos “arreglan”.
Podría tomar muchos ejemplos de los maltratos que recibimos buscando ser servidos aun cuando el dinero sale de nuestra billetera. Pudiera además decir que los hombres ya no son tan caballerosos con nosotras. Queremos entrar y abrimos la puerta y estos ya no esperan a que pasemos, mas bien esperan a que sigamos sosteniendo la puerta para ellos pasar primero.
Se sirve de diferentes maneras, hasta con una sonrisa se sirve y se desbloquea el descontento del otro. No dejes escapar los detalles que vives a diario para dar lo mejor de ti en cada oportunidad que Dios pone en tu camino. Dios es el primer ejemplo del buen servicio a los demás y señores, al fin y al cabo salimos ganando cuando servimos a otros porque todo cuanto das es grandemente revertido.
8 comentarios:
Realmente el servicio es uno de los grandes males que afecta el mercado local. En momentos pensamos que son favores que nos hacen y no una retribución por el desembolso que hacemos. Esto puede ser gracias a varios factores tales como: educación, mal pago a quienes se les encomienda e incluso el stress que vivimos hoy día.
Pero en definitiva la vocación de servicio a nivel general, a mi entender, es directamente proporcional a la falta de valores familiares y la educación. Pues carguemosle el dado una vez más al agitado mundo que vivimos hoy día para ecudar nuestras elementales faltas.
Saludos.
¡Cómo me has hecho recordar las enseñanzas de un mi viejo profesor!
"Servir, servicio, viene de distinguir y separar lo útil de lo inútil, lo que vale de lo que no vale, lo que sirve de lo que no sirve"
Un beso y un abrazo.
I'm vary happy.
thank you.
^-^
my blog
today for you.
Antonio, que bueno verte. Que linda frase. Iba a leer tu blog esta mañana, pero me tenia que ir a trabajar.
En cuanto lea te dejo mi comentario.
Un abrazo!
Pedro, con excelente aporte. Lamentablemente los bajos salarios afectan el desempeño y la actitud de los empleados. Siempre he pensado que el que tiene un negocio debe estar cerca cuidándolo porque muchas ventas se pierden por algunos empleados.
Hola, bonito blog, te invito a vistar los mios!!!.-
Saludos desde Montecristi
Hola, definitivamente estoy de acuerdo contigo, no hay mayor placer en esta vida que la de servir, la de ser util a las personas que se encuentran a nuestro alrededor, llamemosle familia, colaboradores del trabajo, vecinos, amigos, etc.
Saludos desde mexicalpan de las tunas!
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