Abordé mi nuevo vuelo que me llevaría al destino final de ese día y todo transcurría en quieta paz.
Otra vez iban muchos asientos vacíos y me tocó la ventana, lo cual me fascina y permite que no me aburra tanto. No importa cuantas veces me haya subido en un avión, ninguna de esas oportunidades he dejado de impresionarme y admirar la sabiduría de la que Dios ha dotado al hombre para crear y lograr cosas tan increíbles como el mantener en el aire semejante aparato. Ver las nubes, el color del cielo y el infinito de vacío me parece absolutamente sub real y maravilloso.
Después de casi una hora de vuelo, el avión ha empezado a moverse constantemente y la señal de abrocharse el cinturón no se ha hecho esperar. La cosa sigue perdiendo estabilidad, miro las caras de los demás pasajeros a ver si están alterados, pero al menos las coreanas, chinas o japonesas que van cerca de mi se hacen las dormidas o están evitando mostrar alguna señal de pánico....
De inmediato comencé a recordar a mi amigo William que le tiene terror a los aviones y que siempre me preguntaba: “Ángela, tu le tienes miedo a los aviones??”, yo le contestaba que no, pero en este momento mientras pasamos evidentemente por una zona de turbulencia casi me estoy resignando a caer y morir explotada como una guanábana carbonizada y cuya noticia aparecería en todos los medios de comunicación del mundo...
A pesar de todo, me siento tranquila y hasta un poco incrédula de que mi destino fuera tan desgraciado. Confiada por demás en los padrenuestros que había rezado en Santo Domingo y Miami antes de salir.
Tengo la esperanza de que si sucede lo peor, por lo menos espero a que no se queme todo y puedan rescatar la libreta donde estoy anotando las incidencias de estos dos vuelos. Que gran imaginación la mía...
Gracias a Dios todo ha vuelto a la normalidad y el mensaje del Piloto de que volveremos a estar bien ha de cumplirse en los próximos 5 ó 7 minutos. Al menos eso espero.
He descubierto que escribir mientras voy en el aire es tener la sensación de que el tiempo se me ha ido “volando”, por lo general guardo todo en mi memoria para luego vaciarlo y así evitar transcribir lo previamente escrito.
Justo ahora el Capitán acaba de avisarnos que en unos minutos aterrizaremos en el Aeropuerto Ronald Reagan de Washington…
Hasta el próximo capítulo…y no olviden abrocharse el cinturón…
5 comentarios:
Angieee
Estoy viajando contigo cuando te leo !! Que risa :)
Espero que te haya ido bn por alla :)
RoXX
Hola, Angie...
Leyendo tus apuntes y mirando tan bellas fotografías, siento envidia (de la buena claro está), por tan interesantes viajes, los tuyos.
Un abrazo.
Hola Roxx,
Gracias por decir eso!! Si, me fue muy bien, aunque extrañando volver a mi casa of course!
Rafa, gracias por comentar como siempre. A mi me encanta viajar y mira aunque ya habia ido a Washington, siempre hay mucho que aprender y ver por alla.
Saludos a los dos!!
La verdad que estuvo muy interesante tu viaje a washington, como cuantas horas son?
Hola Esther, que gusto leerte por aqui.
Me encantó viajar nuevamente a esa ciudad tan linda,limpia y organizada. De Miami a Washington son aprox. 2 horas.
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