17 junio, 2008

Charles Atlas...

Muchas veces sabemos solo detalles de personas muy famosas, pero cuando tenemos la oportunidad de disfrutar de sus biografías con datos ampliados de sus vidas y de las acciones que los han hecho grandes, esta puede cambiar la percepción buena o mala que pudiéramos haber tenido de ellas.

Me ha pasado con muchos personajes que de repente tengo un prejuicio y luego de ver su vida resumida en unos cuantos capítulos cambia mi manera de pensar y me hacen rectificar que es un error juzgar a simple vista.

Esto bien me pudo pasar con Angelo Cicciliano, el que a través de unos muy recordados anuncios vendía a los hombres el sueño de tener una figura perfecta en pocos días con solo 15 minutos diarios de ejercicios.

A entrada pudiera parecer una estafa, pero luego de que el mismo Angelo sufriera en carne propia la burla de los otros hombres por su extrema delgadez, unida a su determinación y perseverancia fue como poco a poco logró convertirse en el Charles Atlas que hoy todos conocemos.

Si buscamos un ejemplo de superación y de que "querer es poder", entonces debemos mencionar a nuestro querido y recordado Hércules del siglo 20.

3 comentarios:

Darío Martínez Batlle dijo...

Diache... yo sí veía esa tira que salía en muchas Selecciones y vainas así... También los cursos por correspondencia de Hempfill Schools... :)

Qué flashback del pasado!

Pedro Genaro dijo...

Entonces el mérito de Atlas fue enseñar a vengarse y a construir una autoestima en base al rencor, jejeje. Recuerdo perfectamente esos anuncios pues estaban en todos los paquitos de los 70s, pero obviamente en español.

Angela Guichardo dijo...

Gracias por tu visita Pedro,

Creo que muchos de nosotros empezamos a cambiar y a ser mejores justo cuando somos víctimas de burlas o cualquier otro tipo de abuso.

Lo que el no quiso y fue como resaltaron en su biografía era que la gente no pasara por lo mismo que él. Aunque en principio actuó mal porque le dio tremenda paliza a su verdugo, pero su vida de ahí en adelante fue un ejemplo de honestidad y humildad.

Un abrazo, hermano.