29 enero, 2008

Tesoro de Dos...
















En un añejado y olvidado cofre
Dormía temeroso mi corazón,
Cubría su entorno el tesoro preciado,
Una roca irrompible hecha de dolor.

Lo tomé en mis manos con sutil amparo
Desempolvé su amargura y sequé el sin sabor
Aun con el llanto de sus heridas frescas
Lo saqué a la merced y a la luz de tu amor.

Desnudé en tu mirada un Edén nunca visto
En tus labios pequeños el soñado paraíso
Y en tu pecho hidalgo y con valiente hechizo
Sutiles promesas de amor confió.

Ya hoy no me acuerdo de ancianos temores
De gritos y sombras, penumbra y dolor
Parió la alegría semillas de vida
Cultivos de amores solo para dos.

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